viernes, 8 de julio de 2016

El Principado de Andorra, ¿es Taured?.



En la década de los años 50 del siglo pasado sucedieron varios hechos insólitos con varios protagonistas y que seis décadas después aún no hay una versión oficial que de luz a lo que llamaría, los viajeros del tiempo.

Hoy me gustaría y por proximidad geográfica hablar de Taured.

Imáginese que va paseando por la calle como cada día para ir a trabajar –por ejemplo- que alguien le pregunta por una dirección en concreto y que cuando retoma la ruta habitual, resulta que la gente va vestida de forma diferente, que los coches parecen más antiguos, que edificios que hace un día no estaban, que los nombres de las tiendas del barrio han cambiado –algunas ya no están - y que de repente se encuentra en otra época pero en el mismo lugar envuelto en un extraño silencio…

El científico Albert Einstein decía que “La distinción entre pasado, presente y futuro es sólo una ilusión” .

Pues bien dentro de esa misteriosa década que proseguía a la década del Experimento Filadelfia conocido también como Proyecto Arco Iris (1943) y del incidente de Roswell, Nuevo Méjico (1947) algo sucedió con las líneas del tiempo. Puede estar relacionado o no pero a los pocos años muchas personas aparecían muy distantes en kilómetros de su lugar habitual y con un grado de desorientación, desconcierto y perplejidad digno de estudio. Pero, en ningún momento presentaban síntomas de alguna patología mental o amnesia temporal.

Pues situémonos en el año 1954, en el aeropuerto de la capital de Japón, Tokio. Un aeropuerto ya totalmente reconstruido después de la Segunda Guerra Mundial y de repente un hombre baja de un vuelo comercial junto con otros pasajeros y en el momento de validar su pasaporte le dicen que espere un momento y al cabo de pocos segundos unos agentes de policía de aduanas del aeropuerto le piden que lo acompañen.





Le preguntan de que país procede y dice de Taured. Los agentes le dicen que marque en un mapa su ubicación. Y en el mapamundi señala una pequeña zona ubicada entre España y Francia en una cordillera montañosa. Es bien conocido que aquel pequeño país era Andorra.





 Durante el interrogatorio dijo que estaba en viaje de negocios, como en otras ocasiones. Hecho que corroboraba su pasaporte al estar mata sellado en Japón en diferentes fechas próximas. Es más hizo hincapié a que validaran los últimos sellos emitidos en su pasaporte para demostrar que él había estado viajando de ida y vuelta sin ningún tipo de problemas. Y que no entendía la actitud represiva de dichos oficiales. El misterioso hombre de pocas palabras pero convincentes dijo que decía la verdad.

Entre sus documentos mostró su una licencia de conducir emitida por el gobierno de Taured y documentos de acompañamiento tales como estados de cuenta bancarios y documentos de negocios, estos últimos resultaron no ser válidos, junto a su cuenta bancaria por no existir tal entidad. Hubo un extraño silencio en la sala de interrogatorios. El misterioso hombre proveniente de Taured parecía tan confundido como los propios policías.

En un ambiente posbélico y de reconstrucción. Los policías sospecharon de que podría ser un espía. Así que decidieron escoltarlo a buen recaudo para posteriores interrogatorios.

Al no presentar una actitud violenta ni hostil, no se recluyo en ninguna celda oficial y si se confinado en el interior de una habitación de un hotel no muy lejana al aeropuerto en la que tan solo tenía una pequeña ventana de ventilación.

A la mañana siguiente, justo antes de proseguir con el interrogatorio en ya dependencias policiales, por sorpresa del los agentes del nuevo turno
al entrar a la habitación se percataron de que el detenido no estaba. No había podido escapar por la minúscula ventana ni por la puerta custodiada de la quinta planta del hotel.

Se realizó una intensa búsqueda sin ningún resultado nadie lo había visto salir del edificio ni caminar por la calle. Es como si se lo hubiese tragado un agujero negro. Ni rastro alguno. Simplemente desaparecido y sin rastro. Y jamás nadie denunció su desaparición en su país de origen.

¿Quien era realmente aquel hombre?. ¿Podría el hombre de Taured haber sido un viajero atrapado entre un agujero negro temporalmente?

Ahora presten atención la fecha : 1957. Este año mientras sonaba el Loving You de Elvis Presley por los altavoces de las radios, el físico Hugh Everett formuló una teoría que dice que existe un número enorme, quizás infinito, de universos paralelos. Esto implica que lo que no ocurre en nuestro mundo ocurre en otra realidad alternativa.

El hombre de Taured o Andorra ¿vivió un déjà vu? ¿O un déjà vecu? ¿O un alter vu?. ¿O una recombinación de ambos?

¿Pudo el Hombre de Taured vivir una Yuxtaposición de sí mismo con recuerdos y experiencias cronológicas de otras versiones de él mismo?

Hoy día gracias a la mecánica y física cuántica podemos saber cómo se comporta el universo a muchos niveles estudiando los electrones y fotones. Ambos tienen la propiedad de estar en diferentes lugares y diferentes estados de existencia al mismo tiempo. ¿Curioso verdad?

Os daré un curioso dato. ¿Sabéis de donde procede el nombre del conocido Lago de Engolasters?. Engol, viene de engullir y Asters, de Astros. ¿Se engullía los Astros?. Esa enigmática zona bien podría ser un portal dimensional.

Su nombre hace honor a un posible agujero en el tiempo bajo unas determinadas condiciones se abre y se cierra generando una reflexión de luz que apenas dura unos milisegundos. 

Sus coordenadas son una clave 43º31’10,7 y 1º34’6.8”E y el hombre de Taured lo sabía…

Como siempre, que cada uno saque sus propias conclusiones.

Por Ferran Prat de Sabiens

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