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jueves, 3 de febrero de 2022

LA ALQUIMIA DE LOS DIOSES Y METATRON EN ACCIÓN

 En este potente e interesantísimo programa de radio, Ferran Prat de Sabiens entrevista a la Canalizadora y Terapeuta Sanadora Mónica Ferixes. Temas profundos y de gran despertar los tratados aquí y que e todo corazón esperamos que os guste.

martes, 29 de mayo de 2018

Alquimia. ¿Sabes por qué enfermas?

Paulo Coelho decía lo siguiente: Para eso existe la Alquimia... Para que cada hombre busque su tesoro, y lo encuentre, y después quiera ser mejor de lo que fue en su vida anterior. Gran reflexión sin duda alguna.

Pues sobre este tema precisamente tratará Ferran Prat de Sabiens con el Alquimista Pasador de Almas Antoni Cristòfor.

Descubre un poco más sobre tu Alquimia y quizás sabrás porque enfermas.



fuente/Sabiens

viernes, 18 de agosto de 2017

¿QUÉ ES LA ESPAGIRIA? UNA INTRODUCCIÓN A LA MEDICINA HERMÉTICA Y A LOS PRINCIPIOS DE LA ALQUIMIA

ENTREVISTAMOS AL ALQUIMISTA, ASTRÓLOGO Y ESPAGIRISTA ÁLVARO REMIRO, QUIEN NOS INTRODUCE A LOS SECRETOS DE LAS ARTES HERMÉTICAS: DISOLVER Y COAGULAR EL ESPÍRITU UNIVERSAL, PREPARAR REMEDIOS EN SIMETRÍA DINÁMICA CON EL COSMOS Y CONDUCIR A ANIMAL, VEGETAL O METAL A SU VOCACIÓN: EL ORO FILOSÓFICO.

Álvaro Remiro es una de las pocas personas que aún conservan el antiguo arte de la espagiria, esto es, un modo de agricultura celeste, estrechamente ligada a la alquimia y la astrología, cuyo fin es extraer de las plantas el espíritu o la energía vital para preparar tinturas y elixires medicinales. Álvaro es también astrólogo tradicional e investigador de las artes herméticas, temas de los cuales imparte cursos en España y otros países de Latinoamérica.

Álvaro, es un gusto que hayas accedido a esta entrevista y para mí siempre un placer encontrar alguien con quien platicar de este tipo de temas cuya historia es tan rica y cuya presencia en la cultura moderna es tan discreta. Cuéntanos, ¿cómo te acercaste a la espagiria y a la filosofía hermética?

Muchas gracias Alejandro, por permitirme dar a conocer un poco de lo que el Arte tiene para nosotros.

Ya desde pequeño tenía una gran curiosidad por los secretos de la vida y de la muerte, esta curiosidad fue acrecentándose al introducirme en los misterios velados en la cultura egipcia o reflexionando sobre la posibilidad de la vida después de la muerte; y ya para los 14 años temas como la reencarnación, las psicofonías y la astrología ocupaban mi mente de manera casi permanente.

Una vez llegada la juventud, decidí iniciarme en la búsqueda: indagué en la astrología, en la medicina china, en la sanación, y junto a un grupo de amigos, acudía a cualquier foro en busca de respuestas para las preguntas existenciales que entonces todos nos planteábamos, pensando siempre que habría una respuesta común, una única verdad que lo pudiera explicar todo. Las diferentes explicaciones de los paradigmas aparentemente eran incoherentes, hasta que un día acudimos a un curso de espagiria en el que tuve la suerte de encontrar a mi maestro: Yabir abu Omar. Durante el descanso del curso tenía claro que por fin había encontrado lo que estaba buscando, que la espagiria y la alquimia eran mi vía de realización personal y la manera más apropiada en la que podía englobar esa búsqueda para conocer cómo funciona el universo.

Ese fue el momento que cambió mi vida por completo, marcó un antes y un después; y ese después ha sido un presente constante marcado por la filosofía hermética y el conocimiento alquímico.

La espagiria es la materialización del principio alquímico de solve et coagula. Esto es un movimiento universal, un ritmo que puede observarse en todas las cosas. El escritor italiano Roberto Calasso, en su obra sobre la filosofía de los Vedas, Ardor, observa que en todos los actos esta implícita "la alternancia de dos gestos: dispersar y recolectar", gestos "inevitablemente concebidos, como la respiración, sístole, diástole, el solve et coagula". ¿Cómo podemos entender este ritmo de expansión y contracción, manifestación y absorción, disolución y coagulación en el trabajo de la alquimia, en las plantas y en los metales?

El solve et coagula es el ritmo básico del universo, todo lo que podamos observar en el mundo “real” se está coagulando o se está disolviendo. Los antiguos sabios también lo denominaban “el mundo de la generación y de la corrupción”. Las cosas invariablemente se materializan para su posterior desmaterialización, esto también lo podemos entender como que todo tiende hacia un sentido concreto, que es su vocatio, es decir, hacia la tendencia natural en la que ha de expresar su forma espiritual en la materia, para después disolverse. Todo lo que nace muere, todo lo que se manifiesta surge de lo no manifestado.

Cuando en espagiria trabajamos con un vegetal, éste está coagulado o se está coagulando, intentando expresar su espíritu a través de la materia en una forma vegetal. El espagirista, en la elaboración del remedio, incita en el vegetal el ritmo del coagula et solve para llevarlo a su perfección separando, purificando y uniendo otra vez. Para elaborar un remedio debe disolver la materia procurando que no se pierda el espíritu, debe separar las diferentes partes que la componen: su sulphur, su mercurio y su sal. En este sentido, la planta es Osiris, y el espagirista, como Seth, debe separar sus miembros para, después de su purificación, ahora como Isis, recomponer los tres mismos elementos: sulphur, mercurio y sal, eliminando las impurezas, lo grosero, para que el vegetal se transmute en remedio donde pueda expresar su expresión espiritual. El espagirista debe saber fijar el espíritu y despertarlo para que el remedio sea un remedio vivo.

Con los minerales y los metales el procedimiento es muy similar, con la diferencia de que cuesta más esfuerzo romper la cohesión material y extraer y fijar el espíritu.

El espíritu ordena la materia y ésta manifiesta la forma vocacional del espíritu, constantemente presenciamos una forma de lucha entre la fuerza centrípeta de la materia y la centrifuga del espíritu, la lucha del dragón terrestre con el dragón celeste, y el resultado de esta lucha siempre es una sal, donde aparentemente el solve et coagula se ha detenido, digo aparentemente, pues este es un principio universal que nunca para. Esta sal casi siempre será una forma rectificada (no perfecta o imperfecta) de la expresión perfecta del espíritu, que se ve frenado o impedido por la materia, pero al mismo tiempo la materia le nutre y le da cuerpo.

Por ello, la trasmutación desde el punto de vista hermético no es una materia transformándose en otra, sino que es la liberación de los frenos que impiden la perfecta manifestación del espíritu en la propia materia.

El plomo no se trasforma en oro, porque el espíritu que lo anima siempre fue, es y será oro. El germen metálico es, en todos los casos, una semilla que tiende al oro. El alquimista sólo tiene que disolver y purificar aquello que impide al espíritu metálico manifestar su perfección.

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Me llama mucho la atención la universalidad de este solve et coagula no sólo en los procesos materiales sino también psíquicos. Me gustaría reflexionar sobre su similitud con la definición de la filosofía que hace Sócrates en el Fedón, donde dice que la filosofía es un entrenamiento para la muerte, esencialmente una purificación o separación del alma del cuerpo, de lo puro de lo impuro. Esto sugiere que el mismo principio de la filosofía hermética está presente en el centro de la tradición filosófica occidental. En un sentido filosófico, psicológico y espiritual, ¿cómo podríamos aplicar este principio de solve et coagula a nuestras vidas?

Somos entidades psicofísicas, por lo que tenemos varios campos de expresión en los que el eterno ritmo solve et coagula puede manifestarse.

El ser humano como todo ser, ya sea mineral, vegetal o animal, está sometido a los mismos principios universales y tiene un sentido, una evolución y un fin al que tiende que, en síntesis, es su vocación.

Lo mismo que el metal tiende al desarrollo de la perfección metálica, el ser humano tiende hacia la perfección humana, que es el camino que puede llevarlo hasta el grado máximo de lo que le define como ser humano. Hay que tomar en cuenta que el hombre confunde muchas veces este grado de perfección y, por ejemplo, se entrega en esta aparente búsqueda al desarrollo de la fuerza física, pero ésta no es una característica propia de la perfección humana sino de la perfección animal, por lo que no le ayudará en su desarrollo hacia su vocación.

La filosofía es fundamental en el desarrollo de la vocación del ser humano, ya que lo que le define como tal, lo que le diferencia de los otros seres de la Tierra, no es otra cosa que lo que hemos convenido en denominar conciencia. El ser humano tiene conciencia de sí mismo y es precisamente esto lo que le hace compararse con el resto de la creación y que se formule la pregunta primera: ¿quién soy? Para responder a esa pregunta el ser humano se compara con la naturaleza, lo que le diferencia, lo que le define, y va encontrando lo que en definitiva es la CONSTRUCION DEL EGO consciente.

Mediante esta capacidad de compararse y comparar llega a lo que denominamos conocimiento; sólo conocemos por comparación: algo es alto porque lo otro es bajo, lo frío sólo puede existir si existe algo caliente. Comparar entre dos polos, los dos polos que enmarcan el solve et coagula, el sulphur y el mercurio, reconocer la dualidad, es simbólicamente la caída de Adán tras morder la manzana del árbol del conocimiento.

El desarrollo vocacional del ser humano es harto complicado puesto que a las causas exógenas que facilitan o impiden el correcto desarrollo vocacional de un ser, al tener conciencia de sí mismo, se suman las causas endógenas o internas; y aunado a ello, la capacidad de comparar le da al ser humano la posibilidad de elegir, el libre albedrío, que es nuestro don y nuestra maldición.

Ahondando en el concepto de la conciencia de sí mismo que tiene el ser humano podríamos decir que el tigre no tiene conciencia de ser tigre pero eso no le impide cumplir con su vocación de ser tigre y hacer cosas de tigre, no se cuestiona si está bien o mal ser tigre, no se pregunta qué sentido tiene ser tigre; sin embargo, si le dotáramos de conciencia humana se compararía con el ciervo y tal vez decidiría que es mejor ser ciervo, y empezaría a hacer cosas de ciervo como ponerse a pastar hierba, lo que le causaría problemas estomacales y desnutrición. En este ejemplo lo más importante es que para poder “ser” ciervo tendría que reprimir y distorsionar la manifestación de su naturaleza (ser tigre) y buscar una forma rectificada (imperfecta) que le acercara al ciervo, al mismo tiempo que le alejaría de su vocatio.

Mi maestro decía que la vocación particular del ser humano es ser feliz y que el ser humano es feliz cuando manifiesta correctamente su vocación. La conciencia de “ser” algo hace que el hombre genere dos causas endógenas (no podría ser de otra manera) que impiden la realización del Ser: el miedo y el deseo; el miedo a manifestar lo que soy (por no ser aceptado) y el deseo de ser otra cosa que no soy. Este par hace que genere formas rectificadas de mí mismo que me alejan de mi esencia vocacional.

Así es que el ser humano genera un mundo psíquico donde “vivir” estas supuestas realidades, un universo personal y virtual donde nace la personalidad que es, por decirlo de forma simple, aquello que “creo” que soy. Cuando lo que pienso que soy (la personalidad que crea mi mente) se acerca a la manifestación vocacional de mi esencia (potencial arquetípico personal) me acerco al estado de felicidad; sin embargo, cuando genero una personalidad que se aleja de mi esencia ya sea por miedo o por deseo, me acerco al estado de infelicidad, y si se mantiene ese estado en el tiempo invariablemente surge la enfermedad.

Desde el punto de vista alquímico la personalidad es la SAL imperfecta, una forma rectificada o imperfecta del espíritu que es necesario disolver buscando una nueva expresión más pura, para lo cual, por difícil o desagradable que nos parezca, el disolvente universal es la crisis, el caos, un medio sin el cual sería imposible la trasmutación personal. No hay evolución sin crisis, crisis y evolución se necesitan mutuamente para existir, como el sulphur y el mercurio, la dualidad necesaria y sin embargo aparente.

Esto, que está explicado de una manera demasiado sencilla, sería la aplicación de la alquimia en el trabajo psíquico. Es decir, partiendo de una filosofía o forma de entender el mundo, es un trabajo psíquico cuyo objetivo es el reconocimiento del propio ser o el encuentro con el impulso vocacional que nos llevaría a un estado de serena felicidad, un estado en el que, como dice Ibn Massarra, “el individuo encuentra la armonía entre sus actos y su naturaleza”. Es sólo entonces cuando vendría el último trabajo, el espiritual, que sería, según el mismo Massarra: “la realización de las exigencias de la perfección esencial del Ser”, que equivaldría a la fase de la perfección, exaltación o multiplicación de la piedra. El alquimista, al tiempo que trabaja la piedra, debe trabajar con su propia piedra, consigo mismo.

Sé que es un tema vasto pero me gustaría que comentaras brevemente sobre los tres principios o elementos centrales de la alquimia: el mercurio, el azufre (o sulphur) y la sal. Claro que los alquimistas no se refieren exactamente a lo que nosotros pensamos cuando hablamos de estas sustancias, ¿o sí?

Esta pregunta no es fácil de contestar sin que aumente la confusión entre los neófitos; mejor que darte una definición simple más o menos comprensible, creo que deberíamos entrar en por qué resulta tan difícil de comprender.

Lo primero sería decir que sulphur, mercurio y sal son tres PRINCIPIOS y no tres estados de la materia, que los tres estados básicos de la materia atienden a estos tres principios, pero los principios son inmateriales.

A un nivel filosófico podríamos decir que sulphur y mercurio son dos polos que enmarcan la realidad dimensional, dos polos que me permiten definir y comprender la realidad. También podríamos decir que el sulphur sería la manifestación concreta del movimiento coagula y el mercurio la manifestación de la tendencia solve. Podríamos definir a la sal como la concreción de cada una de las infinitas posibilidades que se generan en la relación entre sulphur y mercurio. También podríamos definir sulphur como activo, manifiesto, concreto, especifico y ordenado, y mercurio como pasivo, no manifestado, inconcreto, inespecífico o desordenado. El mercurio disuelve y vehicula al sulphur en su seno. La sal es un concepto que nos permite determinar cuándo una relación sulphur-mercurio es más o menos estable, y la apariencia es de solidez y estabilidad. También la podríamos definir como una determinada proporción de sulphur-mercurio que se fija o estabiliza aparentemente durante un tiempo.


El Aurea Catena Homeri nos dice que el Espíritu Universal es un principio de vida universal y no la causa de la vida en la Tierra. Esto nos tendría que hacer reflexionar; desde aquí podríamos decir que en el mundo dimensional sulphur y mercurio no existen en sí mismos ni pueden existir aislados, porque no puede haber mercurio si al mismo tiempo no hay sulphur, con lo cual, algo es sulphur siempre y cuando lo comparemos con un mercurio, que a su vez quedará definido como mercurio gracias a la existencia del sulphur. Cuando defino el estado de algo como sulphur, su vocación es mercurio, cuando el estado es mercurial su energía potencial es sulphurea; podría seguir con este supuesto galimatías… pero el hermetismo no se ve más que con gafas herméticas, una misma materia puede ser denominada mercurio por un autor y definida como sal por otro.

Ya hemos hablado antes de que el ser humano accede al conocimiento por comparación, y cada vez que observamos una nueva información, lo primero que haremos será compararlo con lo que ya sabemos para poder comprenderlo.

Lo que no nos damos cuenta al principio es que hemos sido educados en un paradigma cartesiano–racional–científico, y al pertenecer la filosofía hermética a otro paradigma, no nos es comprensible porque al compararlo con lo que sabemos no tiene sentido, al menos racional.

Para explicar de forma breve cuál es la diferencia podemos resumir que el paradigma racional–científico sólo cree que existe en el universo lo que se puede tocar, lo que se puede pesar o lo que se puede medir, aunque sea con una sofisticada máquina; este ámbito desde la alquimia andalusí sería denominado el reino del Mulk, también llamado el reino de lo visto. Esta vertiente del saber hermético distingue también otros dos los reinos: el del Malakut (reino de lo no visto) y el reino del Yabaruth (reino de la relación que existe entre lo que se ve y lo que no se ve). Los principios a los que anteriormente nos hemos referido se encuentran en el Malakut, y el alquimista actúa desde el Yabaruth, por lo que si la información de sulphur, mercurio y sal se observa desde el paradigma científico–racionalista sólo comprenderemos la parte del Mulk, es decir los estados manifestados a través de la materia, y no los principios que hacen que la materia se organice de esa forma y no de otra.

Lo que no se ve ordena y sustenta lo que se ve, cuando la materia se ve abandonada por el espíritu que la animaba pierde su forma y regresa al caos. Baste esto para concluir que no es en la materia donde debe incidir el alquimista.

Me interesa también hablar sobre el misterio de la sal, sobre todo a partir de la obra de René Schwaller de Lubicz, el egiptólogo involucrado en el misterio del alquimista Fulcanelli. En este video (VER ARRIBA), hablas sobre cómo la sal permite fijar el espíritu celeste que tiende a la volatilidad y canalizarse posteriormente para un uso medicinal. Schwaller de Lubicz creía que de hecho la sal era una especie de coagulación del espíritu del Sol y que al morir la conciencia humana quedaba fija en lo que llamaba una sal indestructible. Esta sal de alguna manera era el depósito de la conciencia humana en la evolución planetaria. ¿Cómo entender esta relación entre el espíritu celeste y la materia terrestre y la posibilidad de que la materia sea una forma de primero atrapar y luego liberar el espíritu o hacerlo evolucionar?

La sal es un principio de materialización, es la cristalización temporal del proceso solve-coagula, lo que supone la aparición de una malla cristalina portadora de una información concreta.

El Aurea Catena nos dice que el fuego universal es perfectamente invisible, inmaterial, frío, no ocupa espacio alguno. En este estado no nos es de utilidad pero es omnipotente.

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Luego dice algo como: “Dios ha ordenado así, de modo que el Espíritu Universal, por medio del principio pasivo, trabaje todas las cosas, porque la humedad se mezcla fácilmente con todo, por medio de lo cual, el espíritu puede ablandar, penetrar, generar, destruir y regenerar todas las cosas”.

Este proceso lo podemos ver claramente en la extracción de espíritu del nitro, en el que por medio de una sutil y delicada operación, de una sal caótica y amorfa aparecen unas geodas cristalinas geométricamente perfectas, el espíritu invisible está en el interior, porque el principio pasivo tiene la capacidad de fijarlo y hacerlo material, pero el espíritu debe vencer la resistencia centrípeta de la materia; la sal alimenta al espíritu, lo protege a la par que lo impide, en cuanto es eliminada la parte más grosera del fijo con una simple disolución, el espíritu manifiesta su forma material perfecta.

En cuanto a la última parte de la pregunta lo que yo creo es que es el espíritu el que hace evolucionar a la materia y que deja la huella de su paso por ella.

Pongamos por caso que un grano de arena (sílice) del desierto, materia inerte, que pasa a ser parte del proceso de desarrollo de una palmera. Mientras viva la palmera será materia viva, materia animada por un espíritu; cuando la vida de la palmera se agote y ésta sea abandonada por el espíritu que la animaba iniciará su disolución, la materia se descompondrá hasta que se reduzca a materia inorgánica, pero el granito de arena ya no será el mismo, pues ahora lleva la información de la experiencia, la huella de una trasmutación.

Otro tema fascinante ligado a la sal es la práctica de recoger el rocío de primavera. Los alquimistas creían que en las gotas de roció se concentraba un fuego universal, lo cual es una imagen sumamente poética. ¿Cuál es el racional detrás de esta noción de que el rocío puede usarse para producir medicinas como el oro potable?

En realidad, la recogida de las lágrimas de la aurora es una frase poética, porque los alquimistas escribían su ciencia de forma poética. El argot alquímico esta lleno de referencias mitológicas y cabalísticas descritas por medio de metáforas, como lo hacen los poetas. Existen obras como el Astronomicon de Marcus Manilius, que es un libro alquímico escrito en verso. Cuando los egipcios hablan de Isis pescando en el mar de Nun, el mar de la inexistencia, es también muy poético, pero en realidad están haciendo referencia a principios cuánticos; que la Luna movía las mareas era muy poético, hasta que se descubrieron las leyes científicas que lo demostraban; convertir el plomo en oro era muy poético, hasta que en un laboratorio de Berkeley, California, lo consiguieron científicamente con un acelerador de partículas. Por lo tanto, puede que lo de recoger el Espíritu a través del rocío sea algo más que poético. Yo lo recolecto todas las primaveras siguiendo las reglas de la tradición, todos los remedios que elaboro están animados por el Spiritus Mundi capturado en las gotas del rocío que cosecho.


Paracelso, el Hermes suizo, decía que aquel que quisiera conocer los secretos del libro de la naturaleza debía "caminar sus páginas con sus pies", incrustando así una dimensión moral y vivencial en el trabajo alquímico o espiritual. ¿Cómo concibes la relación entre el conocimiento y la práctica del conocimiento, entre conocer la doctrina y vivirla, entre la sabiduría y la transformación del ser?

No puede ser de otra manera, no es lo mismo ser que imaginar ser. Tú puedes estudiar la avellana durante años, leerte todos los libros de avellanas del mundo, ver la fotografía de todas las especies de avellanas, estudiar la mitología de la avellana, los átomos de la avellana, pero si no has probado una avellana sabiendo que lo es no la reconoces cuando la comes, pero una vez que la pruebas y sabes lo que es, a partir de ese momento la reconocerás aunque esté disfrazada en el guiso.

No puedes ser alquimista y no vivir la trasformación, todo lo teórico es virtual y lo que se vive por la experiencia es real, pasa a formar parte de lo que eres. Es como aprender la teoría sobre cómo manejar un carro; puedes estudiar todo lo que quieras pero realmente se aprende manejando, pues cuando se te cruce un perro en la carretera a 100 por hora de nada te sirve toda la teoría, de nada te sirve la mente racional, de nada te sirve el conocimiento de las leyes físicas de movimiento, sólo te salvará la intuición, la pericia y la experiencia.

La teoría y la experiencia tienen su momento y su espacio, y una no puede ocupar el espacio de la otra; sin embargo, se necesitan mutuamente para existir y que una te lleve a la otra, como el sulphur y el mercurio. Su conjugación es pertinente para engendrar sabiduría.

Incluso creo que está demostrado por estudios científicos que casi todos los descubrimientos científicos surgen de la intuición, de un momento de inspiración, y después entra la razón a demostrarlo y pormenorizarlo, como en el proceso de la manzana y la ley de la gravedad de Newton quien, por cierto, también fue alquimista.

Uno de los principios en los que se basan la astrología y la espagiria es la idea del microcosmos. Creo que nos resulta hasta cierto punto natural creer que de alguna manera existe una influencia del cosmos en nuestra vida. ¿Pero cómo explicar el mecanismo de acción del macrocosmos o del cielo sobre el microcosmos o el ser humano?

Para poder entender bien la ley del micro y el macrocosmos debemos profundizar en el principio del punto Alif o del Aleph, el punto que contiene todos los puntos, el punto del que surge el universo; los musulmanes lo representan en el Corán como el borrón de tinta donde se moja la pluma de donde salen todas las palabras que contiene el propio libro sagrado.

La ley del Alif dice que el universo se organiza de forma holográfica, de tal manera que cada una de las partes del universo contiene la información del universo entero, por lo que todo en el universo está conectado entre sí, y todo lo que sucede en un plano tiene su reflejo en otro. Nos dice que las leyes básicas del universo se van a repetir de forma arquetípica en cada una de las partes que lo componen, y en cualquiera de los planos y dimensiones de manifestación.

Si observamos la naturaleza, veremos que el patrón fractal se repite constantemente: un cristal de cuarzo se compone de multitud de cristalitos que tienen la misma geometría y que juntos parecen uno; una hoja de helecho se compone de multitud de pequeñas hojas de la misma forma, si tomamos una foto de una sección de la hoja y otra de la hoja entera no sabremos cuál es la grande; si a un árbol le cortamos una rama es otro árbol en pequeñito y, de esa rama, una ramita volverá a ser un árbol en pequeñito. Estos fractales son fáciles de ver porque lo son de la forma y tienen simetrías sencillas.

Si observamos a un ser humano, veremos que el factor fractal es mas difícil de percibir a simple vista. Un ser humano está compuesto de varios billones de células, y cada una de ellas tiene una función y una forma diferente; al verlas en un microscopio aparentemente muchas parecen tener vida propia y se desplazan a voluntad como si tuvieran libre albedrío, pero todos sabemos que no es así y que su función está supeditada o influida por un ente superior que podemos llamar conciencia de organismo. Al observar las células por el microscopio resulta que no se parecen al organismo entero pero sí es un fractal de éste a nivel de información, es decir, el DNA de la célula es el mismo que el del organismo entero y cada una de los varios millones de células tienen idéntico DNA; por lo tanto, cada célula a nivel de información es el organismo entero.

Cuando el ser humano mueve un brazo (macrocosmos), esto incide en todas las células (microcosmos); si el ser humano (macrocosmos) se deprime o se alegra, incidirá en el comportamiento celular (microcosmos) sin que la célula sea consciente de la causa.

Si esa fractalidad la elevamos al macrocosmos de la naturaleza podemos observar al ser humano como una célula de un ser llamado Tierra, quien lleva evolucionando varios millones de años y nosotros somos parte de esa evolución. Aunque resulte increíble compartimos el 90% del DNA del cerdo, el 80% de la oveja y el 70% de la mosca del vinagre; con esto quiero decir que por una parte tenemos abuelos comunes y por otra que al compartir información, al igual que las células, compartimos también la conciencia superior ordenadora (macrocosmos) que vamos a llamar naturaleza o Gaia. La naturaleza, por su parte, está sometida a otro macrocosmos que es el clima, los cambios climáticos que están provocados por las condiciones del Sistema Solar (macrocosmos); casualmente, los cambios climáticos no sólo provocan cambios en la naturaleza, pues hay estudios que confirman que los grandes cambios climáticos coinciden con grandes cambios políticos e históricos.

La tierra está inmersa en el Sistema Solar, que es un campo donde las diferentes orbitas y los diferentes astros, incluido el Sol, generan relaciones de fuerzas gravitatorias, magnéticas y de otro tipo que mantienen el equilibrio del propio Sistema y que por otro lado afectan directa o indirectamente a todo el Sistema, por lo que sus movimientos inciden en la Tierra, que a su vez afectará al clima, que a su vez afectará a la naturaleza, que afectará al ser humano, a sus células, a sus átomos. Es a través de esta línea de causas y efectos que comprendemos la fractalidad del Sistema Solar y el átomo de manera perfectamente gráfica.

Creo que la espagiria podría ser sumamente útil en nuestra sociedad actual, enteramente fármacodependiente y desligada de los procesos naturales. No sólo para generar remedios o tónicos más suaves, con menos efectos secundarios, sino también ligándonos a los ritmos naturales y quizás haciéndonos experimentar una relación más íntima y “mágica”, por así decirlo, con la naturaleza. ¿Cómo concibes la salud desde la perspectiva de la espagiria?

Nosotros, como la naturaleza entera, hemos evolucionado por adaptación a los cambios; cuando éstos son cíclicos y rítmicos favorecen la vida y los organismos generan ritmos biológicos a imagen y semejanza de los ritmos naturales, como los ciclos circadianos o las adaptaciones al ritmo lunar o estacional. El ritmo es un orden, una simetría dinámica, que al seguirlo hace que el organismo tienda al orden (salud), y la falta de ritmo te acerca al caos (muerte). Los tratamientos son más eficaces si se acompasan con los ritmos naturales, los depurativos son más eficaces con luna menguante y los tonificantes con luna creciente. Los remedios naturales, cuando se prescriben ritmificados con el Sol desde el amanecer al ocaso, elevan su eficacia.

En cuanto a la naturaleza de los remedios, Grimaldy, espagirista del siglo XVI, nos recuerda que no se pueden hacer buenos remedios si no es a partir de las sustancias puras o de lo que hay de puro en las sustancias; que los vehículos para extraer las partes puras deben ser puros también. Que la mayor parte del secreto está en cómo se separa lo puro de lo impuro.

Sin embargo, también hay que observar que en al-Ándalus los hakim o médicos filósofos seguían la ley de las balanzas; decían que remedio es todo aquello que está en el alimento y el veneno, y que la intensidad del remedio debe ajustarse a la gravedad de la enfermedad en los siguientes términos: si el desequilibrio es leve el remedio se debe acercar al alimento (si puedes curarle con una manzana, dale manzana), si el desequilibrio es más grave el remedio se acerca más al veneno (remedios que provocan reacciones más intensas del organismo).

La espagiria no dirige su mirada a la enfermedad sino al ser que sufre y a la causa del desequilibrio momentáneo que le está llevando al caos, a la muerte. Su filosofía parte de un solo estado de salud frente a una sola enfermedad; por eso, la búsqueda de la piedra es la búsqueda de una sola medicina. La ley del macro-microcosmos le impulsa a actuar desde todos los planos (físico, emocional, espiritual) para restablecer el equilibrio del ser, porque sabe que todo está relacionado, y observa su relación con el entorno exterior (atmosférico, familiar, social, astrológico) e interior (emociones pensamientos, estado espiritual) para llevarlo al equilibrio psicofísico correspondiente a su evolución.

Algunos viejos alquimistas concibieron el trabajo hermético, la gran obra, como una forma de jardinería, un perfeccionamiento de la naturaleza; de la misma forma que un jardinero ayuda a sus plantas a crecer, así el cuerpo es el jardín del espíritu y el planeta el jardín del Gran Hombre --esto en oposición a la explotación, saqueo y conquista de la naturaleza. Nos entregaron un jardín, pero estamos regresando un basurero. ¿Cómo percibes la situación ecológica global, nuestra relación con la naturaleza?

Como hemos dicho antes el ser humano es un microcosmos de la naturaleza, había una relación porque nace de ella, es parte de ella y está sometido a ella. Aunque él desde su orgullo inconsciente crea que puede someterla sabemos que cuando el parásito somete al huésped, muere el huésped y muere el parásito; con ello no quiero decir que el ser humano es un parásito, sino que el ser humano es el que debe adaptarse a la naturaleza y no intentar vanamente que la naturaleza se adapte a él.

No se trata sólo de que no cuidamos el jardín, ni tampoco que echemos demasiado monóxido de carbono a la atmosfera; las plantas, si emitieran demasiado oxigeno, también contaminarían la atmósfera. Creo que la filosofía con que observamos la realidad es el factor más perjudicial: la sociedad actual cree que el ser humano está separado de la naturaleza, que tiene que defenderse de ella en vez de ver que es la que nos sostiene y alimenta, que somos parte de ella y que debemos armonizarnos con ella en busca del equilibrio común. En gran parte el paradigma científico basa la existencia del ser humano en lo material, en la materia, por lo que es normal que tengamos una sociedad materialista que únicamente busca la perfección de la materia manipulándola burdamente sin facilitar el trabajo al espíritu, que es que realmente hace el trabajo, y no el operador.

Antes, al hablar del microcosmos, vimos que había una relación macro-microcósmica del ser respecto de sus células por la información compartida del DNA, pero también me atrevo a afirmar que hay una relación de conciencia fractal entre las células y el ser u organismo. Podríamos decir que cada una de las células tiene conciencia individual puesto que se distingue de las de su entorno y sabe lo que tiene que hacer, su misión particular en y para el organismo que la contiene; pero esta conciencia está supeditada, podríamos decir, al equilibrio o manifestación del ser u organismo, por lo que podemos afirmar que hay distintos niveles de conciencia dentro del ser y que la conciencia de la célula responde fractalmente a la conciencia del ser humano, y que los 22 billones células que tiene un ser humano desde su individualidad atienden a la armonía del conjunto de su ser; cuando las células rompen esta armonía de relación con la conciencia que las contiene empiezan a proliferar fuera de la armonía, que es lo que llamamos cáncer. No será muy difícil llevar este razonamiento a la relación del ser humano con la naturaleza.

fuente/Pijamasurf

jueves, 15 de junio de 2017

Alquimia y Splendor Solis: Ferran Prat entrevista al investigador Joan Comella

La Alquimia y sus avances siempre han estado encriptados para que aún descubriendo papiros, textos o ilustraciones sea absolutamente muy complejo su interpretación y uso. Joan Comella es la segunda generación de investigadores independientes de todo lo que concierne a la Alquimia y en Sabiens nos hablará de un códice iluminado del siglo XVI en que su original esta en la Biblioteca Británica de Londres.

Os invitamos a descubrir Splendor Solis, el más bello tratado de Alquímia jamas creado.





fuente/Sabiens

jueves, 27 de octubre de 2016

Cuentos Alquímicos.

Casi todos los cuentos que aquí se presentan no fueron concebidos como tales sino que son fragmentos de distintos tratados alquímicos, sin embargo, su modo de contar las metamorfosis de la materia filosófica recuerda la narración de los cuentos tradicionales.


Los cuentos que vienen a continuación no se  concibieron como unas historias completas en sí mismas, sino que todos ellos, menos uno que es actual, forman parte de distintos tratados de alquimia tradicionales. Sus autores eran filósofos por el fuego que se preocupaban poco por el estilo de sus escritos, pues lo que les importaba era aludir con palabras veladas al misterioso drama que le ocurría a la materia contenida en su matraz. Sus temas se refieren de una forma más velada a las operaciones que se suceden en el transcurso de su Gran Obra y por eso hablan de muerte y resurrección, de sacrificios y desmembramientos y de purificación. De los colores que aparecen tras el cristal de su atanor.

De las metamorfosis de la materia, que ellos enmascaran en forma de extraños animales. Todo ello crea un sentimiento de extrañeza en el lector que al poco, si tiene la paciencia de continuar leyendo, se transmuta en una certeza, la de estar ante unas palabras que siendo aparentemente incomprensibles le han puesto en contacto  con un misterio, un mysterium tremendum, que  tiene que ver con su esencia más profunda.
contes.L.alquimia
SELECCIÓN DE CUENTOS
“La visión de Ripley”. Atribuida a Ireneo Filaleteo.
Cierta noche, estando ocupado con mis libros, apareció ante mi confusa mirada la visión que describo aquí.
Vi un sapo rojo que bebía el zumo de unos racimos de uva con gran avidez hasta llegar a sobrecargarse con este licor y reventar. De su cuerpo emponzoñado brotó un veneno mortal; el dolor que sentía hizo que empezara a hincharse todo su cuerpo. Se aproximó a su caverna secreta, repugnante a causa de un sudor infecto, y con los vapores apestosos y humeantes de su aliento infectó toda su guarida. De dichos vapores se formó un humor dorado que, en aquel espacio y después de algún tiempo, empezó a gotear desde lo alto de la bóveda y manchó la tierra con un rocío de color rojizo. Cuando su cuerpo empezó a recobrar las fuerzas, el aliento vital le faltó. Y aquel sapo moribundo se volvió primero parecido al carbón, a causa de su color negro, y sumergido en el diluvio emponzoñado de sus propias venas se estuvo asando durante ochenta días. Intenté eliminar aquel veneno y a tal efecto puse su esqueleto sobre un fuego suave, lo que produjo una cosa sorprendente de ver pero aún más de contar. Aquél sapo fue penetrado por toda clase de colores raros y, cuando aquella diversidad de colores pasó, apareció el blanco. Seguidamente se tiñó de color rojo y permaneció para siempre en este estado. A continuación hice una medicina con el veneno así preparado; con el mismo veneno que mata y que cura a quien se aventura a tomarlo.
Gloria a quien otorga estos secretos, honor y alabanzas eternas con acción de gracias. Así sea.
(Citado por J.J. Mangetus, Bibliotheca Chemica Curiosa)

La serpiente Uroboros. Anónimo
He aquí el misterio: la serpiente Uroboros; es la composición que en su conjunto se devora, se funde, se disuelve y se transforma por la putrefacción. Se vuelve de un verde oscuro y del color del oro a la deriva. De ella proviene el rojo, llamado color del cinabrio. Es el cinabrio de los filósofos. Su vientre y su espalda son de color azafrán, su cabeza, verde oscuro, sus cuatro pies constituyen la tetrasomia, sus tres orejas representan los vapores sublimados.
El Uno proporciona al Otro su sangre; el Uno engendra al Otro. La naturaleza alegra a la naturaleza; la naturaleza encanta a la naturaleza, y no nos referimos a una cierta naturaleza enfrentada a tal otra, sino a una sola y única naturaleza, que procede de sí misma por el procedimiento (alquímico), con grandes penas y esfuerzos. ¡Oh, tu, querido amigo! Aplica tu inteligencia respecto a estas materias y no te equivocarás; al revés, trabaja seriamente y sin negligencia hasta que veas el final (de tu búsqueda)
Una serpiente extendida guarda este templo, quien la doma comienza por sacrificarla después le quita la piel y, tras haber tomado su carne hasta los huesos, construye una grada a la entrada del templo; sitúate encima y encontrarás el objeto buscado. Pues el sacerdote, al principio un hombre de cobre, ha cambiado de color y de naturaleza y se ha convertido en un hombre de plata y, si quieres, pocos días después lo encontrarás cambiado en un hombre de oro.
(Citado por M Berthelot, Collection des anciens alchimistes grecs)

“La visión de Demócrito”. Pseudo Demócrito
Después de recoger las nociones de nuestro maestro y conociendo la diversidad de la materia, nos esforzamos en hacer que concordasen las naturalezas. Pero, al morir nuestro maestro antes de que fuéramos iniciados, mientras aún nos ocupábamos del conocimiento de la materia, se nos dijo que sería necesario intentar evocarlo desde el Hades.
Y yo me esforcé en lograrlo invocándolo directamente mediante estas palabras: ¿Por medio de qué dones, recompensas lo que he hecho por ti? Tras decir estas palabras, guardé silencio. Como lo invoqué repetidas veces y le pregunté cómo podría hacer concordar las naturalezas, me dijo que le era difícil hablar sin el permiso del daimon, por lo que sólo pronunció las siguientes palabras: Los libros están en el Templo.
Al volver al Templo me puse a buscar, por si podía hacerme con la posesión de dichos libros, puesto que no me había hablado de ellos mientras estaba vivo y murió sin haber hecho ninguna disposición testamentaria, pues, según se decía, había tomado un veneno para separar su alma de su cuerpo; o bien, según su hijo, había tomado el veneno por descuido.
Su voluntad antes de morir era la de mostrar sus libros solamente a su hijo cuando éste hubiera llegado a la edad adulta. Ninguno de nosotros sabía nada de dichos libros. Como, tras muchas pesquisas, no encontramos nada, nos esforzamos mucho (por saber) cómo se unían y se confundían las substancias y las naturalezas. Cuando hubimos operado las composiciones de la materia, se celebró una ceremonia en el Templo e hicimos un festín en común.
Entonces, cuando estábamos en la nave, cierta columna se abrió de pronto, pero no vimos nada en su interior, pues ni su hijo, ni nadie, nos había dicho que los libros de su padre estuvieran depositados allí. Pero, él avanzó y nos condujo hasta la columna; nos inclinamos y vimos con sorpresa que nada se nos había escapado excepto esta fórmula preciosa que encontramos dentro: «La naturaleza se alegra en la naturaleza, la naturaleza triunfa sobre la naturaleza, la naturaleza domina a la naturaleza». Fue una gran sorpresa para todos nosotros que en tan pocas palabras hubiera recogido el conjunto de sus escritos.
(Citado por M Berthelot, Collection des anciens alchimistes grecs)

La estatua viva”. Anónimo
Después de tomar la palabra, Ostanés y sus compañeros le dijeron a Cleopatra: En ti se oculta la totalidad del misterio terrible y extraordinario. Dinos como las aguas benditas descienden de lo alto para visitar a los muertos caídos, encadenados, oprimidos en las tinieblas y la obscuridad del Hades.
Entonces, dijo Cleopatra: el espíritu y el alma se alegran de que las tinieblas se hayan alejado del cuerpo, y el alma llama al cuerpo que se ha vuelto luminoso y le dice: “¡Despierta desde el fondo del Hades, resucita fuera de tu tumba, levántate y sal de tus tinieblas! Pues has recibido la espiritualización (pneumatosis), la divinización (theiosis), puesto que la vía de la resurrección ha venido hacia ti y que el filtro de la resurrección ha penetrado en ti.”
Y  los tres se han unido en el amor, el cuerpo, el alma y el espíritu,  y se han vuelto uno, y en este uno está oculto el misterio. Mediante el hecho de su reunión, el misterio se ha cumplido: el templo ha sido marcado con un sello, una estatua se ha levantado llena de luz y de deidad.
(Del “Diálogo de la reina Cleopatra con los filósofos y sus discípulos”. Citado por H. Corbin, Libro de las siete estatuas)

“La parábola del dragón envenenado”. Thomas Vaughan
Soy un dragón envenenado, que está presente en todas partes pero que es tenido por nada; mi agua y mi fuego disuelven y coagulan. De mi cuerpo, extraerás el león verde y el rojo, pero si no me conoces con exactitud, destruirás tus cinco sentidos con mi fuego. Un veneno muy peligroso y muy rápido sale de mis narices, que ha causado la destrucción de muchos. Separa, pues, artificialmente lo espeso de lo sutil, a menos que te complazcas es una extrema pobreza. Te doy las facultades del macho y la hembra y los poderes celestes y terrestres. Los misterios de mi arte deben realizarse con magnanimidad y con un gran coraje, si es que quieres dejar que sobrepase la violencia del fuego en la prueba en la que muchos han perdido sus trabajos y su sustancia. Soy el huevo de la naturaleza, que sólo conocen los sabios, los que son piadosos y modestos, que de mí hacen un pequeño mundo. Fui ordenado, por Dios todopoderoso para los hombres, pero si bien muchos me desean, sólo me doy a muy pocos, a fin de que puedan ayudar a los pobres con mis tesoros, y que no apliquen su espíritu al oro que perece. Los filósofos me llaman “Mercurio”, mi esposo es el oro filosófico. Soy el viejo dragón presente en todas partes sobre la superficie de la tierra. Soy padre y madre, joven y viejo, débil y no obstante muy fuerte, vida y muerte, visible e invisible, duro y blando, que desciende a la tierra y se eleva a los cielos, altísimo y bajísimo, ligero y pesado. En mí, el orden de la naturaleza a menudo se invierte en color, número, peso y medida. Tengo en mí la luz de la Naturaleza. Soy oscuro y brillante, surjo de la tierra, vengo del cielo, soy muy conocido, y no obstante soy una simple nada. Todos los colores, todos los metales brillan en mí por los rayos del sol. Soy el carbunclo del sol, una tierra noble y clarificada mediante la cual podrás cambiar el cobre, el hierro, el estaño y el plomo en oro muy puro.
(Oeuvres complètes)

“La extraña historia de un león verde” R. Arola y L Vert
En primer lugar quisiera disculparme por presentarme yo mismo pero las circunstancias me obligan a ello: soy el león verde y lo que más me gusta es devorar al ardiente Sol. Si me he decidido a dar este paso es porque desde hace mucho tiempo no tengo amigos y, lo que es más terrible, en la actualidad apenas me quedan conocidos. La indiferencia de los filósofos, la ignorancia de los artistas, la arrogancia de los científicos, la mediocridad de los difusores de las ciencias ocultas y el fanatismo de los religiosos me han encerrado en una jaula apartada del devenir del mundo. Angustiado y solo, he decidido aprovechar estas páginas para dar fe de mi existencia. Aquí concluye mi pretensión, no quiero reivindicar mi utilidad, ni siquiera reanimar la búsqueda de que la era objeto en la antigüedad, pues aunque mi naturaleza sea profundamente orgullosa e iracunda, el olvido en el que he caído me obliga a ser humilde. Pero no puedo dejar pasar la ocasión que me brinda este cuento mágico para presentarme a quien tenga a bien leerlo.
Procedo de un antiguo linaje pues la primera constancia de mi existencia la dio un eremita cristiano conocido como Morieno, que vivió en Siria a finales del siglo séptimo. En la soledad de su retiro alcanzó a conocer la raíz del cielo y la tierra y logró realizar la Piedra filosofal. A nadie explicó su saber salvo a un rey omeya, Jâlid ibn Mu’awiyya era su nombre, aunque en Occidente lo llamaron Calid. Precisamente nací durante el diálogo entre el eremita y el rey. El sabio solitario enseñaba al rey la manera de hacer la Piedra filosofal por medio de extrañas imágenes que, a modo de alegorías, describían las operaciones del arte. Fue en una de ellas cuando apareció mi nombre: “Toma el humo blanco y el león verde, la almagra roja y la inmundicia. Disuelve todas estas cosas y sublímalas, y después únelas de tal manera que en cada parte del león verde haya tres partes de la inmundicia del muerto…”. Ante la extraña explicación que dio lugar a mi nacimiento, la mayoría de los humanos han creído que no existo, que sólo soy un símbolo, pero, ¿cómo no voy a existir, si formo parte del hombre?
Debo decir que hubo un tiempo en el que las mentes más privilegiadas creían en mi existencia y emprendían mi búsqueda con el deseo de conocerme. Los que lo lograron, hablaron de mí, e incluso me hicieron retratos, el primero fue en blanco y negro y se grabó en el siglo dieciséis para ilustrar un célebre libro de alquimia atribuido a Arnau de Vilanova. Se llamaba El Rosario de los filósofos. Junto al dibujo se podía leer el lema siguiente: “Soy aquel que fue el león verde y dorado: en mí está encerrado todo el secreto del arte”. Al darse a conocer mi imagen empezó mi fama. Filósofos, médicos, matemáticos, pastores, místicos, poetas, políticos me reconocieron y solicitaron… Durante casi un siglo se habló de mí, y aunque pudiera parecer extraño, todos me alababan y buscaban mi compañía. Pero con el tiempo, los hombres cultos comenzaron a no ponerse de acuerdo sobre mi identidad. Algunos me defendieron, otros me atacaron maliciosamente, y al final me olvidaron, o como mucho utilizaron mi nombre para designar un ideal, una metáfora de algo imposible.
Cuando conocí el éxito, me deje querer. Mi vanidad se sentía recompensada. Pero cuando pasó, rugí desaforadamente y procuré demostrar mi existencia, pero ¿cómo se puede mostrar lo que es evidente? Lo que está más cerca de la mirada es lo que menos se ve. Mis intentos se contaron por fracasos y mi nombre se utilizó fraudulentamente para designar no sé qué tipo de sal química. Desesperado, intenté hacerme notar a los místicos y más de uno llegó a contemplarme, pero me negaron, quizá porque les di miedo. Todos ellos siguieron buscando a su Dios en el cielo sin considerar el Sol terrestre que brillaba en mis entrañas.
Más tarde, fueron los artistas quienes intuyeron mi presencia, a alguno me manifesté abiertamente, pero, como ya nadie sabía cómo debía ser tratado ni recordaban mis modos de mostrarme al mundo, no me reconocieron, confundiéndome con un trance creativo.
Lo he dicho al comienzo, no pretendo reivindicar mi fama, ni que nadie conozca mi naturaleza, pero… ¡admitir que no existo y que soy un mero símbolo, me parece excesivo! Soy el león verde, el metal de Hermes Trismegisto, el mercurio filosófico, la sangre de la Piedra filosofal, el viento que sopla en el corazón de los elegidos.
(Pequeñas alegrías)

“Wei Po-Yang”. De un antiguo tratado alquímico chino titulado “Tsan Tung Chi”
Wei Po-Yang fue hacia la montaña para preparar unas medicinas eficaces. Se llevó a tres discípulos, pero creía que dos de ellos no tenían una fe completa en él. Una vez hecha la medicina, les puso a prueba. Les dijo: “La medicina del oro ya está hecha, pero hay que probarla en un perro. Si el perro la soporta sin ningún daño, entonces podremos tomarla; pero si muere, entonces tendremos que renunciar a ella”. Po-Yang había traído con él un perro blanco. Sólo con que la medicina no hubiera estado tratada el número de veces requeridas o que la mezcla harmoniosa de sus elementos no hubiera alcanzado el nivel necesario, contendría un poco de veneno y provocaría una muerte temporal. Po-Yang dio la medicina al perro, que murió allí mismo. Entonces dijo: “La medicina no está lista aún. El perro ha muerto. ¿Nos muestra esto que la luz divina no ha sido alcanzada? Si la tomamos, me temo que nos ocurrirá lo mismo que al perro. ¿Qué hacemos?” Sus discípulos le preguntaron: “¿La tomareis vos mismo, señor?” Po-Yang replicó: “He abandonado las vías de este mundo y he abandonado mi casa para venir hasta aquí. Me avergonzaría el volver sin haber alcanzado el hsien (la inmortalidad). Vivir sin tomar la medicina sería exactamente como morir al tomarla. Tengo que tomarla” Después de estas palabras, puso la medicina en su boca y murió allí mismo.
Al ver esto, uno de sus discípulos dijo: “Nuestro maestro no era una persona ordinaria. Ha tomado la medicina y ha muerto. Tiene que haber obrado así con una intención secreta”. Este discípulo tomó también la medicina y murió. Entonces los dos otros discípulos se dijeron: “Si se hace la medicina es para tratar de obtener la longevidad. He aquí que la medicina provoca la muerte. Vale más no tomarla y vivir algunas décadas más”. Los dos juntos se alejaron de la montaña sin tomar la medicina, con la intención de procurarse lo necesario para enterrar a su maestro y a su condiscípulo. Cuando los dos discípulos se hubieron marchado, Po-Yang resucitó. Puso en la boca de su discípulo y en la del perro un poco de medicina bien preparada. Y en pocos instantes los dos volvieron a la vida. Después, con su discípulo, llamado Yu, y el perro, siguió el camino de los inmortales. Por medio de un carnicero que encontraron, enviaron una carta de agradecimiento a los dos discípulos, que se llenaron de remordimientos al leerla.
(Citado por J. Rebotier- J.M. Agasse, Alchimie, contes et legendes)

“La montaña mágica”. Thomas Vaughan
Existe una montaña situada en medio de la tierra, o centro del mundo, que, al mismo tiempo, es pequeña y grande. Es blanda y dura y pétrea más allá de toda medida. Está alejada y, sin embargo, está al alcance de la mano, pero, debido a la Providencia de Dios, es invisible. En ella se hallan escondidos los mayores tesoros que el mundo es capaz de valorar. Esta montaña, a causa de la envidia del diablo, siempre opuesto a la gloria de Dios y a la felicidad del hombre, se encuentra rodeada de bestias muy crueles y otras aves rapaces que hacen el camino difícil y peligroso. Y por esta razón, hasta el día de hoy, porque los tiempos no han llegado aún, el camino que allí conduce no ha podido ser imaginado ni encontrado. Pero ahora, al fin, el camino será hallado por aquellos que sean dignos de él, además de por el trabajo y el propio esfuerzo de cada hombre.
Iréis hacia esta montaña, cuando aquello viene, en el curso de cierta noche muy larga y muy oscura. Cuidad de haberos preparado por la oración. Insistid para conocer el camino que conduce a la montaña, pero no preguntéis a nadie dónde se encuentra. Seguid únicamente a vuestro Guía, que se presentará a vosotros y vendrá a encontraros en el curso del camino. Pero vosotros no le conoceréis. Este Guía os conducirá a la montaña a medianoche, cuando todo está en silencio y oscuridad. Es necesario que os arméis de un valor decidido y heroico, sin lo cual tendréis miedo de las cosas que ocurrirán y caeréis hacia atrás. No necesitaréis ni espada ni otra arma corporal. Tan sólo pedidle a Dios su ayuda, sinceramente y de corazón. Cuando hayáis descubierto la montaña, he aquí el primer milagro que aparecerá. Un viento muy impetuoso y muy grande sacudirá la montaña y hará estallar las rocas a pedazos. También estaréis rodeados de leones, de dragones y de otras bestias terribles. Pero no tengáis miedo de todas estas cosas. Sed resueltos y cuidad de no volveros atrás, porque vuestro Guía, que os ha conducido hasta allí, no permitirá que ningún mal os alcance. En cuanto al tesoro, no está aún descubierto, aunque esté muy cerca. Después de este viento, vendrá un temblor de tierra que derribará todo lo que el viento había dejado y lo allanará todo. Pero estad seguros de que no seréis derribados. Después del temblor de tierra, seguirá un fuego que consumirá toda la mugre de la tierra y descubrirá el tesoro. Pero no podréis verlo aún. Después de todas estas cosas y cerca del alba, habrá una gran calma, veréis como se levanta la estrella de la mañana, la aurora se os aparecerá y percibiréis un gran tesoro. Lo más importante y perfecto que contiene es cierta tintura exaltada, por medio de la cual, si se ha servido a Dios y si se es digno de tal don, el mundo puede ser teñido y transformado en el oro más puro.
Esta tintura, empleada según la instrucción de vuestro Guía, os hará jóvenes si sois viejos y no tendréis ya mal alguno en ninguna parte de vuestros cuerpos. Con la ayuda de esta tintura también encontraréis perlas de una excelencia inimaginable. Pero no os atribuyáis nada de vuestros poderes presentes, contentaos solamente con lo que vuestro Guía os comunicará. Alabad a Dios perpetuamente por éste, su don, y cuidad de no usarlo para gozos mundanos; empleadlo en trabajos que sean contrarios al mundo. Usadlo rectamente y gozad de él como si no lo tuvierais. Llevad una vida templada, sin pecado, de otro modo vuestro Guía os abandonará y seréis privados de esta felicidad. Sabed esto en verdad: aquél que haya abusado de la tintura y no viva de un modo ejemplar, con pureza y devoción ante los hombres, perderá este beneficio y no le quedará ninguna esperanza de encontrarlo de nuevo. He aquí la descripción que nos han hecho de la montaña de Dios, el Horeb místico y filosófico que no es nada más que la parte más elevada y más pura de la tierra.
(Oeuvres complètes)
fuente/arsgravis.com

martes, 13 de septiembre de 2016

Homúnculo ruso ha crecido y desarrollado un ojo.



Pretiosissimum Donum Dei, grabado del siglo XV. Los textos dealquimia frecuentemente se ilustraban con imágenes de humanos dentro de vasijas, lo cual habría contribuido a crear la leyenda de los homúnculos.1


El término homúnculo (del latín homunculus, 'hombrecillo'; a veces escrito homonculus) es el diminutivo del doble de un humano y se usa frecuentemente para ilustrar el misterio de un proceso importante en alquimia. En el sentido hermético es un actor primordial incognoscible, puede ser visto como una entidad o agente. Los alquimistas creen que el proceso para crear esta entidad es simbólico.
El término homúnculo se usa también comúnmente para describir una figura humana distorsionada dibujada para reflejar el espacio sensorial relativo que nuestras partes corporales representan en la corteza cerebral. Los labios, manos, pies y órganos sexuales son considerablemente más sensibles que otras partes del cuerpo, por lo que el homúnculo tiene labios, manos y genitales extremadamente grandes.
El Dr. Wilder Penfield usaba una imagen parecida para representar el cuerpo según la superficie del córtex motor que las controlaba en movimiento voluntario. A veces visto como un mapa cerebral del cuerpo, el homúnculo motor es en realidad un mapa de la asociación proporcional del córtex con los miembros del cuerpo. También refleja la propiocepción cinestésica, es decir, cómo se siente el cuerpo al moverse. Desempeña un papel principal en el fenómeno de los miembros fantasmas y su opuesto, la desaparición de miembros corporales de la percepción consciente presente en ciertas lesiones cerebrales. Por ejemplo el pulgar, que se usa en miles de actividades complejas, aparece mucho más grande que el muslo, que tiene un movimiento relativamente simple. El homúnculo motor evoluciona con la edad y difiere de una persona a otra. La mano en el cerebro de un infante es diferente a la mano en el cerebro de un pianista. 

Este tipo de diferencias está abierto a introspección. Probablemente puedas flexionar y extender sólo la punta de tu pulgar a voluntad. La mayoría de la gente puede hacer esto con bastante facilidad, pero relativamente poca gente puede hacer movimientos análogos con el resto de los dedos. La diferencia se debe a las variaciones en la organización funcional de las áreas del cerebro relacionadas.
Según la leyenda, cada vez que un agente hace algo inteligente, su acto va precedido y es dirigido por otro acto interno de considerar una proposición regulativa apropiada a su problema práctico. [...] 

Debemos afirmar entonces que para las reflexiones [del agente] sobre cómo actuar inteligentemente, ¿éste debe primero reflexionar sobre cómo reflexionar correctamente sobre cómo actuar? La infinitud de esta regresión implícita muestra que la aplicación de la adecuabilidad no supone la ocurrencia de un proceso de contemplación de este criterio.(wikipedia)

Homúnculo ruso ha crecido y desarrollado un ojo.


miércoles, 29 de junio de 2016

Las Tablas Esmeralda, guía Alquimista de 38,000 años envueltas en misterio.

Incluso solo un poco de investigación en el misterioso texto que llamamos las "Tablas Esmeralda" le dejará rápidamente desconcertado(a). Mientras que las traducciones revelan antiguos secretos una vez conocidos sólo por los Magos, Alquimistas Herméticos y otros Iniciados, los orígenes de este trabajo no son tan claros en lo absoluto.


Información contradictoria, especulación confusa y la opinión climatizada rodean las Tablas Esmeralda. De hecho, dependiendo de lo que uno lee o en quien confías, este cuerpo de trabajo puede ser de tan sólo 1,200 años de antigüedad... o de una escandalosa edad de ¡38,000! años. 

Las tabletas han sido descritas como losas o placas rectangulares verdes, con exquisitas letras con similitud a la antigua escritura fenicia. Las muchas traducciones a lo largo de los siglos, todas, dan su origen a estas piedras de esmeraldas, los objetos "originales" no se pueden encontrar por ningún lado... por lo menos no hoy en día. 

Si este conjunto de piedras esmeralda talladas con secretos alquímicos existe, ¿donde podrían estar? Algunos dicen que se encuentran enterradas dentro de una bóveda en algún lugar de la meseta de Giza. 

Otros dicen que están dentro de la igualmente misteriosa (y oculta) Arca de la Alianza.

Metal común a oro - 

La Transmutación de la Conciencia Para explicarlo en los términos más básicos, el texto de las Tablas 

Esmeralda es un resumen de los principios de la alquimia. Es donde los "Secretos de la Piedra Filosofal", son descritos. Y esos secretos son todos acerca de la transmutación…

La transmutación, desde el punto de vista de un alquimista, se trata de convertir el "metal base" en "oro". En como estas dos "Materias Prima" están definidas, sin embargo, está en manos del lector…

Mientras algunos argumentan que el poder del alquimista proviene de una fórmula que literalmente convierte una sustancia física en otra (metales comunes en oro), los místicos de hoy en día a veces argumentan que este es lenguaje simbólico. "Metal Base", en el lenguaje de los místicos, se refiere a la base de la conciencia humana, mientras que el "Oro" se refiere a la transmutación del ser humano ordinario en un creador consciente o ser iluminado.

¿Cámara de la Pirámide o Cueva en Sri Lanka? Los misteriosos orígenes de las Tablas Esmeralda.


Los aficionados a la historia Oculta y los estudiantes tienden a coincidir en que las tabletas fueron descubiertas originalmente alrededor del año 1350 a.C., en una cámara oculta bajo la pirámide egipcia de Keops. Pero esta no es la única historia de su descubrimiento. 

Otra leyenda cuenta una historia de Hermes, (no el dios mensajero romano, sino un filósofo del siglo quinto) quien se encontraba viajando en Ceilán (actual Sri Lanka). El descubrió las Tablas Esmeralda escondidas en una cueva, según cuenta la historia. Después de estudiarlas, Hermes aprendió el secreto de viajar en "el cielo y la tierra." La leyenda continúa diciendo que él pasó el resto de su vida viajando por Asia y el Medio Oriente sirviendo como sanador y maestro. (Curiosamente, el texto sagrado Hindú llamado Mahanirvanatantra, afirma que el Buda y Hermes eran la misma persona. Ambos son referidos como el "Hijo de la Luna" en varios otros textos hindúes) 

Atlántida, el Arca de Noé y el Arca de la Alianza.

Otro misterio que rodea las tabletas es su autor. Algunos dicen que fue escrito por un Rey-Sacerdote Atlante llamado Thoth (en una encarnación como Hermes Trismegisto) alrededor de 36,000 a.C. Otros aclaman que a quien se le debe acreditar es a uno de los hijos de Adán. Y otros sostienen que fue un árabe llamado Balinas entre los siglos 6to y 8vo de nuestra era actual, quien primero escribió los secretos de los alquimistas. Lo que sí sabemos es esto: el autor autodenominado dentro de los textos traducidos es un "Hermes Trismegisto". 

Pero, la primera aparición del texto que conocemos fue escrito en árabe por Balinas, en algún tiempo entre 500 - 799 d.C. Balinas afirma haber descubierto el texto dentro de una bóveda encontrada debajo de una estatua de Hermes en el centro de Turquía. También escribe que dentro de la bóveda se encontró con un anciano sentado encima de un trono de oro. Este anciano tenía las tablas en sus brazos. 

Algunos místicos Judíos, por su parte, dicen que Seth (hijo de Adán), es el autor real. Las Tablas Esmeralda estuvieron más tarde en manos de Noé, quienes las llevaron a bordo de su arca. Después de esos 40 días y noches, Noah supuestamente escondió las Tablas Esmeralda dentro de la profundidad de una cueva, en algún lugar cerca de Hebrón. Más tarde, la historia dice, que fueron descubiertas por la esposa de Abraham, Sara. Sin embargo, otra versión de los orígenes de las tabletas habla de Hermes (otro de los hijos de Abraham), dándoselas a la hija de Moisés, Miriam. Miriam entonces supuestamente las puso en el Arca de la Alianza, en donde se supone que siguen estando hoy en día. 

"El Primer Tiempo"


A pesar del misterio que rodea a las Tabletas (y los orígenes de la alquimia en general), entre los alquimistas de hoy y los del pasado hay un acuerdo casi completo: los orígenes de la alquimia yacían en la tierra en los tiempos preFaraónicos de Egipto. Fue un regalo de los dioses durante el "Primer Tiempo", o Zep Tepi. 

Según esta leyenda, un grupo de dioses o seres divinos llegaron a Egipto. Estos seres compartieron con el pueblo una avanzada tecnología que les permitió transformar literalmente la materia. Fue durante este tiempo que se dice que Thoth creó o trajo las Tablas Esmeralda a la humanidad. 

Una de las "verdades" fundamentales reveladas en las Tablas Esmeralda es la noción de "Como es Arriba, es Abajo". Si, efectivamente, los orígenes de este mensaje provienen de algunas tabletas perdidas hace mucho tiempo, eso significa que toda la sabiduría de los antiguos egipcios es en sí, una copia de algo mucho más antiguo. 

¿Podrían las Tablas Esmeralda ser el libro de referencia tanto para las Escuelas de Misterios de Egipto y todas las tradiciones religiosas Occidentales? Sabemos que el Judaísmo, el Islam y el Cristianismo, todos comparten ciertos principios que vinculan atrás hacia las tradiciones Abrahámicas. Pero los estudiantes de las Tablas Esmeralda sostienen que esos preceptos con base Abrahámica pueden ser todos de origen dentro de los mucho más antiguos principios Herméticos revelados en las Tablas Esmeralda. 

Famosos traductores de la masonería.
¿Traductores como Balinas, Isaac Newton, Aleister Crowley o Albertus Magnus realmente vieron estas tabletas? Si no es así, ¿qué razón alguna habría para ellos en inventar una historia de su existencia en absoluto?

 No me gusta terminar con la frase "Tal vez nunca sabremos" prefiero la forma positiva: Tal vez algún día sabremos las verdaderas respuestas al misterio detrás de los orígenes de las Tablas Esmeralda, su verdadera naturaleza, e incluso encontrar (o re-encontrar) las mismas tablas.

Algo que si sabemos es que la información, a como ha llegado hasta nosotros, revela secretos que los alquimistas de todas las épocas siempre habían tratado de ocultar al mundo. La información para transformar la materia... o tal vez, incluso a nosotros mismos.

fuente/antediluviana.blogspot.com






viernes, 27 de mayo de 2016

La Iniciación de Pitágoras y Platón en los Templos de Egipto.

Pitágoras
Platón
La filosofía occidental moderna prefiere no reparar demasiado en las fuentes de la filosofía de Platón, a quien considera uno de los suyos. Es decir, un filósofo que perfila ya y provee el impulso para el edificio lógico racional de la filosofía y de la ciencia moderna: un tipo de conocimiento que pretende ser objetivo, mayormente materialista, cuyo fin es conocer y conquistar la naturaleza exterior y no tanto la naturaleza interior; donde es más importante producir discursos de virtuosismo intelectual que poner en práctica y vivir el conocimiento. 

Esta visión de la historia nos quisiera hacer creer que la filosofía, y en general el pensamiento crítico y el conocimiento validado objetivamente, nació en Grecia, casi por generación espontánea, liberándose de la superstición religiosa de todas las otras oscuras culturas del pasado (literalmente de culturas de tez oscura, como los egipcios). Sin embargo, la tradición de aquellos más allegados a Platón, sus contemporáneos y la escuela místico-filosófica que se desdobló de sus enseñanzas nos dicen que Platón fue principalmente un místico, un iniciado y un teólogo y que su filosofía no es tan original como se piensa sino que es la refinación intelectual de una antiquísima tradición esotérica. Nos dice Marsilio Ficino, el gran traductor de Platón al latín, que su enseñanza puede llamarse "una teología", puesto que "cualquier tema que trate, sea la ética, la dialéctica, la matemática, rápidamente lo completa, en un espíritu piadoso, y lo lleva a la contemplación y veneración de Dios".

¿De dónde obtuvo Platón la sustancia de su conocimiento, eso que en su aspecto más profundo lo revela como un maestro iniciado en los misterios del alma y del cosmos? La tradición afirma que de Egipto, de los misterios órficos y de los pitagóricos. En la época de Platón era común iniciarse en los misterios de Eleusis, los cuales parecen ser la continuidad de la tradición órfica, la cual aparentemente cifraba en la mitología una serie de enseñanzas místicas. En su libro The Eleusinian and Bacchic Mysteries, Thomas Taylor nos dice que Platón consideraba que "el gran diseño de los Misterios... era llevarnos de regreso a los principios de los cuales descendemos... una experiencia perfecta de bien espiritual". Cicerón no podía otorgarle más alta estima a los misterios:

De todas las instituciones excelente y en verdad divinas que Atenas ha llevado y contribuido a la vida humana, ninguna, en mi opinión, es mejor que los misterios. Esto debido a que a través de ellos hemos crecido más allá del modo salvaje de existencia en el que estábamos y hemos sido educados y refinados a un estado civilizado; y como los ritos son llamados iniciaciones, así en verdad hemos aprendido sobre el inicio de la vida y hemos obtenido fuerza no sólo para vivir felizmente sino para morir con esperanza.

Sabemos que Platón tuvo en alta estima a Pitágoras (un ejemplo exotérico de esto es su Timeo, donde muestra que su cosmogonía es esencialmente pitagórica), algo que en su tiempo no era muy bien visto, ya que Pitágoras había fundado una escuela mística bastante radical, donde los filósofos llevaban una vida monástica y donde se realizaban una serie de prácticas ascéticas similares a las que podemos encontrar entre los yoguis de Oriente. Pitágoras, en esto coinciden la mayoría de las fuentes, viajó a diferentes partes del mundo y fue iniciado en los templos de Egipto. Thomas Stanley en su biografía de Pitágoras, siguiendo las fuentes clásicas, nos dice que "el sabio de Samos" estuvo más de 20 años en Egipto, aprendiendo bajo distintos hierofantes, en Tebas y en Menfis y en otras ilustres ciudades". 

El filósofo neoplatónico Jámblico en su libro Sobre los misterios egipcios le dice a Porfirio que su filosofía debe ser interpretada "de acuerdo a las antiguas estelas de Hermes, que Platón, ya antes, y Pitágoras, tras leerlas en su totalidad, utilizaron para crear su filosofía".  

Sabemos que Pitágoras no fue el único de los griegos que viajó a Egipto. El mismo Platón cuenta en el Timeo y en el Critias que Solón recibió instrucción de un sacerdote egipcio, quien le revelo la hipótesis de la Atlántida y la doctrina de la destrucción cíclica del mundo, por el fuego y por el agua. El otro "padre de la filosofía" junto con Pitágoras, Tales de Mileto, también habría viajado a aprender a Egipto, de donde quizás tomó su teoría del origen de la vida en el agua, algo que también parece haber informado a Moisés o a quien sea que haya sido el autor del Génesis, con la idea de las aguas superiores que preceden a la Creación. 

Diógenes Laercio cuenta en su pequeña biografía de Platón que después de la muerte de Sócrates, Platón realizó un largo viaje en el cual "visitó a los filósofos pitagóricos Éurito y Filolao en Italia y luego a Egipto a ver a aquellos que interpretaban la voluntad de los dioses; se dice que Eurípides lo acompañó ahí. En Egipto Platón se enfermó y fue curado por los sacerdotes". Platón habría querido luego visitar a los magos en Persia, pero las guerras asiáticas se lo impidieron. Aunque la información de Diógenes ha sido puesta en duda por los académicos modernos, esta noción de que Platón viajó a Egipto era ampliamente aceptada entre los filósofos de su academia y luego entre los filósofos neoplatónicos, dueños en cierta forma del verdadero espíritu platónico.    
Thomas Taylor, el gran traductor de Platón al inglés, cuyas obras estimularon la imaginación de los poetas románticos, escribió de manera un tanto oscura:

Platón fue iniciado al Gran Misterio a la edad de 49. La iniciación tuvo lugar en una de las cámaras subterráneas de la Gran Pirámide en Egipto. La Tabla isiaca formaba parte del altar ante el cual el divino Platón recibió lo que siempre había sido suyo, pero que la ceremonia de los Misterios encendió e hizo patente. Con este ascenso, después de 3 días en la Gran Cámara, fue recibido por el hierofante de la Pirámide (el hierofante era visto sólo por aquellos que habían cumplido los 3 días, los tres grados, las tres dimensiones) y se le entregaron las Enseñanzas Esotéricas de manera verbal acompañadas por el símbolo apropiado. Después de otros 3 meses de viaje iniciático en las cámaras de la Pirámide, el iniciado Platón salió al mundo con la misión de llevar a cabo la obra de la Gran Orden, como antes Pitágoras y Orfeo. [Citado en The Secret Teachings of All Ages, de Manly P. Hall]

Esta "Tabla isiaca" es una referencia a una tabla antigua que en algún momento se creyó que era de origen egipcio pero que aparentemente data de los romanos, y en la que se representa a la diosa Isis. Numerosos eruditos esotéricos han interpretado la tabla, incluyendo al jesuíta Athanasius Kircher y Eliphas Lévi. Los académicos modernos consideran que estas interpretaciones jeroglíficas no tienen sentido. De cualquier manera, la idea de una tabla o una estela con jeroglíficos que inscriben un valioso conocimiento esotérico, el cual debe preservarse de tal forma que logre sobrevivir un diluvio o un cataclismo, es una leyenda que atraviesa numerosas tradiciones y que ha sido el alimento de  la más alta curiosidad mistérica.

Buena parte de esta creencia viene del monje egipcio Manetón. El monje Jorge Sincelo en el siglo XIII escribió sobre esto:

Se propone entonces hacer algunos extractos en lo que concierne a las dinastías egipcias de los libros de Manetón. Siendo él un alto sacerdote de los templos paganos egipcios, y basando sus respuestas [al rey Ptolomeo] en los monumentos que existían en el país seriádico. [Estos monumentos,] nos dice, estaban inscritos con caracteres de la lengua sagrada y con la escritura de Toth, el primer Hermes; después del diluvio fueron traducidos de la lengua sacra a la lengua vulgar, pero aún en caracteres jeroglíficos, y almacenados por el hijo de Agathodaimon y el segundo Hermes, padre de Tat --en los templos interiores de Egipto.

El alquimista Paracelso en "La aurora de los filósofos":
Adán fue el primer inventor de las artes, porque tenía conocimiento de todas las cosas después de la Caída como antes. Por ello predijo la destrucción del mundo por el agua. De esta causa, también, fue que sus sucesores erigieron dos tablas de piedra, en las que inscribieron todas las artes naturales en caracteres jeroglíficos, para que así la posteridad pudiera familiarizarse con esta predicción, y que así pudiera ser prevenida y se tomaran provisiones en tiempos de peligro. Subsecuentemente, Noé encontró una de estas tablas en el Monte Ararat, después del diluvio. En esta tabla estaban descritos los cursos del firmamento superior y del globo inferior. Por medio de esta separación, un hombre se volvió astrónomo, otro mago, otro cabalista y un cuarto alquimista. Abraham, el Tubalcain volcánico, un consumado astrólogo y aritmético, llevó el arte fuera de Canaan a Egipto, en donde los egipcios emergieron con tan grande poder y dignidad que de ahí esta sabiduría se difundió en otras naciones.  

Si aceptamos la posibilidad de que las fuentes del conocimiento filosófico y en general del conocimiento religioso esotérico (incluyendo del Corpus Hermeticum) se encuentran en Egipto, debemos considerar lo que nos dice el mismo Platón y lo cual ha alimentado la imaginación de místicos, masones, filósofos perennes y teósofos (de alguna manera herederos de ese conocimiento iniciático): un origen en común de las diferentes tradiciones, el cual se podría situar en la Atlántida, el mítico continente destruido por las aguas. Esta idea, desde este punto en la historia, nos puede parecer poco plausible y ciertamente remota, pero grandes eruditos e iniciados por razones conocidas y algunas desconocidas han mantenido que esto es así. Que todas las religiones provienen de una misma raíz, de un mismo impulso unitario, y que han existido civilizaciones humanas antes de las nuestras, siendo la evolución un proceso cíclico de muerte y renacimiento, como una gran espiral cultural y espiritual.

fuente del texto /pijamasurf.com