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miércoles, 5 de noviembre de 2014

Virus Chikungunya y la enfermedad del hombre encorvado.



 


Un equipo de investigadores del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de Estados Unidos ha desarrollado una nueva vacuna experimental que ha demostrado ser eficaz para inmunizar a primates frente al virus Chikungunya, término que en swahili significa “enfermedad del hombre encorvado”, que provoca en humanos fuertes dolores articulares que obligan a adoptar esa postura.

Difícilmente provoca la muerte , aunque provoca un dolor debilitante y fatiga y puede tener efectos a largo plazo o incluso permanentes, especialmente entre los habitantes de las zonas endémicas (países tropicales, algunos puntos de África y las islas del Pacífico).

El comercio transnacional, los viajes y el cambio climático han contribuido a la propagación de especies de mosquitos en todo el mundo, lo que potencialmente podría desatar nuevos brotes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha efectuado un llamamiento a la comunidad internacional para estar preparados ante la probable declaración de casos de fiebre chikungunya, y ha subrayado que también Europa es susceptible de verse afectada por brotes de esta enfermedad infecciosa.

La fiebre chikungunya es una enfermedad vírica transmitida por mosquitos para la que, por el momento, no hay ningún tratamiento específico. Además de fiebre y fuertes dolores articulares, produce dolores musculares, dolores de cabeza, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas.

 
 
A pesar de que la enfermedad se da en África, Asia y el subcontinente indio, este organismo de Naciones Unidas ha recordado que en los últimos decenios los vectores de la enfermedad se han propagado a países de América y Europa.

Descrita por primera vez en 1952 en Tanzania, en 2007 se notificó la primera transmisión de la enfermedad en Europa, en un brote localizado en el nordeste de Italia causado por el mosquito Ae. albopictus, del que se registraron 197 casos. Y hace sólo un par de semanas, el pasado 21 de octubre, se confirmaron 4 casos de infección autóctona en Montpellier, Francia.
Tanto este vector como el Ae. aegypti son los mosquitos que se han visto implicados en grandes brotes de fiebre chikungunya. No obstante, mientras que el Ae. aegypti está confinado a las zonas tropicales y subtropicales, el 'Ae. albopictus' también está presente en regiones templadas e incluso templadas-frías, lo que hace que en los últimos decenios haya salido de Asia para establecerse en algunas zonas de África, Europa y América.

Casos en cerca de 40 países

Hasta el momento se han detectado ya casos en casi 40 países de Asia, África, Europa y América. En 1999-2000 hubo un gran brote en la República Democrática del Congo y en 2007 otro en Gabón, mientras que en las islas del Índico hubo un importante brote en febrero de 2005 con el que se relacionaron numerosos casos importados en Europa, sobre todo en 2006, cuando la epidemia estaba en su apogeo. Ese año también se produjo un gran brote en la India, por el que también se vieron afectados otros países de Asia Sudoriental.

Desde 2005, la India, Indonesia, las Maldivas, Myanmar y Tailandia han notificado más de 1,9 millones de casos, mientras que en diciembre de 2013 Francia notificó dos casos autóctonos confirmados mediante pruebas de laboratorio en la parte francesa de la isla caribeña de St. Martin.

A partir de ese momento se ha confirmado la transmisión local en la parte holandesa de la isla (St. Maarten), Anguila, Dominica, Guayana Francesa, Guadalupe, Islas Vírgenes Británicas, Martinica y St. Barthèlemy. Asimismo, en México y Estados Unidos también se han registrado casos importados.

Una situación ante la que la OMS anima a todos los países atender a los pacientes y poner en práctica estrategias de comunicación social para reducir la presencia de los mosquitos vectores.

Del mismo modo, están trabajando en la elaboración de planes basados en evidencias para gestionar los brotes; proporcionar apoyo y orientación técnica a los países para que gestiones eficazmente los casos y los brotes; y prestar apoyo para mejorar los sistemas de notificación.