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lunes, 30 de julio de 2018
miércoles, 18 de julio de 2018
lunes, 18 de junio de 2018
lunes, 15 de enero de 2018
Hallan las entradas a una red de pasadizos subterráneos en el polo norte de la Luna.
Estos pozos podrían permitir a futuros exploradores un acceso más fácil a posible agua helada en el subsuelo de nuestro satélite natural.
El Instituto SETI, dedicado a la búsqueda de vida fuera de la Tierra, y el Mars Institute, volcado en la promoción del estudio de Marte, han anunciado el descubrimiento de unos pequeños hoyos que pueden ser entradas a una red subterránea de tubos de lava en un gran cráter cerca del Polo Norte de la Luna.
Estos «tragaluces» podrían permitir a futuros exploradores un acceso más fácil al agua helada, si es que esta se encuentra en el interior de estos pasadizos, en vez del enorme esfuerzo de excavar el regolito, los escombros que cubren el terreno lunar.
Los nuevos pozos fueron identificados gracias al análisis de las imágenes del Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO) de la NASA. Se encuentran al noreste del Philolaus, un gran cráter de impacto de 70 km de diámetro ubicado a unos 550 km del polo norte lunar, en la cara vista.
Los pozos aparecen como pequeñas depresiones sin borde, de 15 a 30 metros de ancho, con interiores completamente sombreados. Están ubicados a lo largo de secciones de canales sinuosos, que se entrecruzan en el suelo del Philolaus.
En general, se cree que esos hoyos son el resultado del colapso de lava ocurrido hace miles de millones de años, cuando la Luna era un sitio más cálido y con actividad volcánica. «Las imágenes de mayor resolución disponibles para el cráter Philolaus no permiten que los pozos se identifiquen como tragaluces de tubo de lava con una certeza del 100 %, pero estamos buscando buenos candidatos considerando simultáneamente su tamaño, forma, condiciones de iluminación y configuración geológica», explica Pascal Lee, científico planetario en el Instituto SETI y el Mars Institute y responsable del nuevo hallazgo en el Centro de Investigación Ames de la NASA en Silicon Valley.
Antes de este descubrimiento, otros investigadores habían encontrado más de 200 hoyos en la Luna, muchos de los cuales han sido identificados como posibles lucernarios que conducen a tubos de lava subterráneos asociados con surcos sinuosos similares.
Sin embargo, el nuevo anuncio representa el primer informe publicado de posibles tragaluces de tubo de lava en las regiones polares selenitas, según informan sus autores. En los últimos años, los polos lunares han crecido en importancia estratégica tanto para la ciencia como para la exploración, ya que se sabe que el agua helada está enterrada en el regolito lunar en áreas permanentemente oscuras en ambos polos.
Pero sin una gran cavidad conocida que permita un acceso fácil al subsuelo, la extracción de ese hielo esparcido en el regolito presenta todo un desafío.
Antes de este descubrimiento, otros investigadores habían encontrado más de 200 hoyos en la Luna, muchos de los cuales han sido identificados como posibles lucernarios que conducen a tubos de lava subterráneos asociados con surcos sinuosos similares.
Sin embargo, el nuevo anuncio representa el primer informe publicado de posibles tragaluces de tubo de lava en las regiones polares selenitas, según informan sus autores.
En los últimos años, los polos lunares han crecido en importancia estratégica tanto para la ciencia como para la exploración, ya que se sabe que el agua helada está enterrada en el regolito lunar en áreas permanentemente oscuras en ambos polos. Pero sin una gran cavidad conocida que permita un acceso fácil al subsuelo, la extracción de ese hielo esparcido en el regolito presenta todo un desafío.
fuente/MysteryPlanet.com.ar
martes, 2 de mayo de 2017
ShadowCam: El instrumento de la NASA que «iluminará» las zonas oscuras de la Luna.
Se dice que la Luna es un «cofre del tesoro» repleto de materiales con un valor de billones de dólares. Sin embargo, partes de su superficie permanecen en el misterio, envueltas en sombras perpetuas que hacen difícil observarlas desde lejos. Para saltar ese obstáculo, la NASA ha seleccionado un instrumento que podría arrojar algo de luz sobre esas zonas y detectar recursos que se ocultan allí.
El instrumento ‘ShadowCam’, desarrollado por investigadores de la Universidad de Arizona y Malin Space Science Systems, será montado a bordo del Pathfinder Lunar Orbiter (KPLO), en una contribución de la NASA a lo que será la primera misión de exploración lunar del Instituto de Investigación Espacial de Corea del Sur (KARI). Su objetivo será escudriñar la superficie lunar en búsqueda de volátiles, como el agua, para entender mejor su distribución y abundancia.
«Las regiones en oscuridad permanente han sido un misterio porque sus interiores son difíciles de captar y la investigación actual ofrece varias interpretaciones sobre la distribución de volátiles dentro de estas zonas frías», dice Jason Crusan, director de la División de Sistemas de Exploración Avanzada, en el comunicado publicado en el sitio web de la agencia espacial norteamericana. «Las futuras misiones en el espacio profundo serán más seguras y económicas si tenemos la habilidad de explotar los recursos lunares, y ‘ShadowCam’ tiene el potencial de incrementar nuestra comprensión de la calidad y abundancia de estos recursos».
Cuando la misión coreana sea lanzada el próximo año, ‘ShadowCam’ podrá cartografiar la reflectancia de las regiones cubiertas por sombras y encontrar depósitos de hielo, obteniendo en el proceso imágenes de alta resolución gracias a su cámara óptica 800 veces más sensible que la del Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO). Este será un proceso que llevará meses, lo que permitirá medir cambios estacionales dentro de los cráteres.
fuente/MysteryPlanet.com.ar
martes, 28 de febrero de 2017
Extracto de la entrevista a Bill Tompkins.
"Cuando llegamos a la Luna descubrimos un montón de sorpresas, Ok? Los Draco-Reptilianos ya estaban ahí y supimos porque hubo sondas no tripuladas por hombre que se enviaron a rondar la luna, asi es que supimos que habían instalaciones en el lado posterior, supimos todo lo que la gente habla. Pero estábamos en una posición donde esta luna no es una luna, Ok? No es tu luna en primer lugar, de hecho, este no es tu planeta, este es su laboratorio.. (Draco-Reptilianos/Reptilianos)"
Imprescindible video para actualizarnos sobre lo que realmente ocurrió (y ocurre) con el tema extraterrestre y algo de lo que nos han estado ocultando por tanto tiempo.
Bill Tompkins nos cuenta en esta entrevista -hecha por Kerry Cassidy- sobre: Dracos-Reptilianos y su pacto con Hitler y la SS; la luna siendo un centro de comando para este brazo de la galaxia; las mentiras que existen en el sistema educacional para mantenernos ignorantes en la verdad en todo orden de temas (y que le va a echar por tierra el ego inflado a los que rinden culto a sus diplomitas en la pared); del control mental que ejercen los extraterrestres nórdicos y mucho más.
martes, 6 de diciembre de 2016
martes, 30 de agosto de 2016
miércoles, 20 de julio de 2016
lunes, 9 de mayo de 2016
La Luna tiene tres increibles anomalias en su orbita a la vista de todos, desde el 9 mayo pueden empezar a observarla.
Un lector de Sabiens no ha envíado unos textos y gráficos manuscritos de gran interés. Lean y saquen sus propias conclusiones.
por/Rodrigo Torres
lunes, 29 de febrero de 2016
Mundos Subterráneos y la Música del Apolo X.
En el siguiente audio que os presentamos, hablamos sobre diversos temas del misterio, entre ellos, las bases subterráneas y la historia de las entidades que viven en el interior de la Tierra así como la misteriosa melodía escuchada por los astronautas del Apolo X entre otras cuestiones.
El Audio corresponde al programa Sabiens de la Cadena Pirenaica (Radio Valira de Andorra) presentado y dirigido por Ferran Prat, en dicha grabación, interviene como invitado aquel que escribe estas líneas, Jose Luis Camacho de Mundo Desconocido.
fuente/ Mundo Desconocido.es
miércoles, 24 de febrero de 2016
Los astronautas del Apolo oyeron "música rara" en la cara oculta de la Luna.
El desconcierto de la tripulación fue tal que no sabían si debían reportarlo a la NASA.
Grabaciones de las conversaciones de los astronautas que participaron en la misión lunar Apolo 10, publicadas por la NASA en 2008, revelan la reacción de la tripulación ante unos raros sonidos de origen desconocido que oyeron en sus auriculares, informa 'Daily Mail', que hace referencia a un reciente documental del canal Science Channel dedicado a este incidente.
Se produjo dos meses antes del legendario aterrizaje del Apolo 11 en la Luna en 1969. La misión del Apolo 10 tenía como misión llevar a cabo los últimos preparativos para ese lanzamiento histórico. Su viaje en la órbita lunar suponía sobrevolar la cara oculta de la Luna; durante este momento del vuelo todas las naves espaciales pierden el contacto con la Tierra durante aproximadamente una hora.
Pero algo interrumpió el silencio. La grabación de la conversación entre los tres astronautas
indica que escucharon sonidos, que, probablemente, nunca antes habían oído:
-¿Lo oís? ¿Este silbido? ¿¡Quién lo hace!?
-Suena, digamos, como música del espacio exterior.
-¡Es una música rarísma!
Así intercambiaron sus impresiones los miembros de la misión, Thomas P. Stafford, John W. Young y Eugene A. Cernan.
El documental analiza todas las posibles explicaciones de este extraño suceso, como, por ejemplo, que se trate de la influencia de un campo magnético o de la atmósfera en la señal de radio. Pero el problema es que la Luna no tiene campo magnético y su atmósfera no es suficientemente potente para causar un efecto de este tipo.
fuente del texto/RT
jueves, 7 de enero de 2016
¿Que sucedería si la Luna no existiera o fuera artificial?.
Una de las búsquedas más recurrentes de Google en 2015, fue sobre la Luna, vamos a dividir la pregunta en dos: ¿qué pasaría si, en el momento actual, desapareciera de pronto y súbitamente la Luna? y ¿qué habría pasado si la Tierra nunca hubiera tenido Luna? son las preguntas que hace Pablo Santos Sanz, investigador del Departamento del Sistema Solar en el Instituto de Astrofísica de Andalucía-CSIC, en España.
¿Qué sucedería si desapareciera de pronto la Luna?
Imaginemos la Tierra en la actualidad: ¿qué sucedería si hiciéramos desaparecer repentinamente la Luna? ¿Cómo se vería afectada la vida en la Tierra? El efecto más inmediato del que nos percataríamos es que las noches serían totalmente oscuras, habrían desaparecido las fases lunares, y todas las noches serían noches de “luna nueva”, noches sin luna. Sería el sueño de todo astrónomo, ya que podríamos disfrutar, sin ser deslumbrados por la luz lunar, de las estrellas, la Vía Láctea y de otras maravillas del cosmos. Dejarían también de producirse los eclipses solares y los lunares. Además, desaparecería todo el romanticismo y misterio asociado a nuestro satélite y que ha inspirado tantas canciones, poemas, cuentos, novelas, y a tantos artistas, pero… ¿sólo sucedería eso si nuestro satélite desapareciera de pronto? ¡Por supuesto que no!
El agua en océanos y mares se estancaría
Sin su satélite natural el clima de nuestro planeta cambiaría drásticamente, ya que al perder la fuerza de las mareas, provocadas por la atracción gravitatoria de la Luna, las corrientes de los mares y océanos verían modificada su dirección e intensidad. Aumentaría el nivel del mar en las costas y el agua se redistribuiría hacia los polos. La disminución de la intensidad de las corrientes y la interrupción del sistema de drenaje y limpieza natural de los mares supondría un estancamiento de las aguas. Esto tendría como resultado la inevitable pérdida de gran parte de las especies de vida marítima y de los animales y plantas que dependen de los mares y los océanos, como los que habitan en las costas.
Veranos de más de 100 grados e inviernos a 80 bajo cero
La gravitación lunar mantiene la inclinación fija del eje de rotación de la Tierra en unos 23 grados respecto al plano de su órbita. Si la Luna desapareciera de golpe el eje de rotación terrestre perdería su estabilidad, lo que conllevaría una alternación de las estaciones. Serían habituales veranos con temperaturas de más de 100 grados, e inviernos a 80 bajo cero, con las adaptaciones que ello implicaría para la vida animal y vegetal.
Vientos de más de 300 kilómetros por hora
El caso más extremo sería el alineamiento directo del eje de rotación de la Tierra hacia el Sol, lo que provocaría que en una parte del planeta reinaría la oscuridad completa y la otra estaría bajo la acción permanente del sol. Vientos de una velocidad extrema de más de 300 kilómetros por hora azotarían la superficie de la Tierra como consecuencia de las drásticas diferencias de temperatura.
Vida en la frontera entre dos mundos
En este caso se erradicaría casi por completo toda la vida en ambos hemisferios. Las especies solo podrían sobrevivir en el ecuador, justo en la frontera entre el mundo de la oscuridad y el de la luz eterna.
Extinciones masivas
La gran mayoría de los animales y las plantas serían incapaces de adaptarse a la nueva situación, lo que se reflejaría en extinciones masivas.
¿Qué habría pasado si la Tierra nunca hubiera tenido Luna?
Para poder analizar bien este supuesto veamos primero cómo creemos que se formó la Luna alrededor de la Tierra primitiva.
La formación de la Luna
La Tierra se formó hace unos 4.600 millones de años a partir del disco de gas y polvo que dio lugar al Sol y al resto de cuerpos del Sistema Solar. Creemos que la Luna se formó unos 100 millones de años después tras un violento impacto contra la Tierra de un cuerpo, del tamaño de Marte, conocido como Theia. El enorme impacto arrancó parte de la Tierra primigenia, que por entonces era una esfera de magma, y lo colocó en órbita terrestre.
El recién creado sistema Tierra-Luna comenzó a ejercer una atracción gravitatoria mutua. Dicha atracción produjo (y sigue produciendo) la disipación de una enorme cantidad de energía debida a la fricción de los océanos con los fondos marinos durante las idas y venidas de las mareas. Como consecuencia de dicha disipación la velocidad de rotación de la Tierra se ha frenado desde unas 6 horas que duraba el primitivo día terrestre sin Luna hasta las 24 horas actuales (en la actualidad la Luna sigue frenando la rotación de la Tierra a una tasa de unas 1.5 milésimas de segundo cada siglo). Para compensar esta disminución en la velocidad de rotación de la Tierra, la energía de rotación lunar debe aumentar, lo que produce un paulatino alejamiento de la misma de la Tierra a una velocidad de unos 3,82 centímetros cada año.
No sabemos la distancia exacta a la que estaba la Luna de la Tierra cuando se formó, pero sabemos que estaba a una distancia mucho menor que la actual (384.400 kilómetros) con lo que podría verse en el cielo con un tamaño unas 10 o 20 veces mayor que la Luna actual. Esta cercanía produciría unas mareas mucho más intensas que las actuales, que podrían incluso afectar al magma terrestre y proporcionar una energía extra para calentar los elementos radiactivos presentes en la primitiva Tierra. Estas intensas mareas fueron posiblemente muy importantes para mezclar y remover las aguas de mares y océanos, lo que habría acelerado y posibilitado el origen y evolución de la vida hace unos 3.800 millones de años.
Una Tierra sin Luna
En el mejor de los casos, la vida habría tardado más tiempo en aparecer
Unas mareas más débiles en el océano primitivo habrían dificultado la mezcla y la fricción de sustancias, por lo que no se habrían dado las condiciones necesarias para que surgiera vida, o esta habría aparecido cientos de millones de años más tarde.
Fuertes vientos
El día terrestre duraría ocho horas. Debido al aumento de la velocidad de rotación de la Tierra también serían mayores los vientos que se producirían en su atmósfera, que alcanzarían por lo general velocidades de 160 o 200 kilómetros por hora.
Vida más primitiva o con biología distinta
La inestabilidad de la inclinación del eje de rotación terrestre derivaría en variaciones extremas de temperatura y provocaría un clima radicalmente diferente al que conocemos. Todo esto se reflejaría en las formas de vida terrestre, que serían totalmente distintas a las que existen en la Tierra para poder adaptarse a un mundo de extremos, o bien serían más primitivas.
La ciencia habría tomado otros derroteros
Si aceptamos que una Tierra sin la Luna pudiera estar habitada por seres inteligentes, su ciencia se hubiera desarrollado de una manera muy distinta a la nuestra, ya que muchos de los conocimientos que tenemos de campos tan distintos como la agricultura y la astronomía se deben al estudio de las fases lunares. Estas permitieron calcular la distancia entre la Tierra y la Luna, la Tierra y el Sol, las dimensiones de los cuerpos celestes y, en definitiva, hacer entender al hombre que no es más que una mota de polvo en la inmensidad del universo.
Teoría sobre la luna artificial de la Tierra por Vasin y Sherbakov
La Teoría de Mijail Vasin y Alexander Sherbakov de la academia soviética de ciencias, afirma bajo estos enunciados que la luna no es un satélite natural de la tierra, sino un “Planetoide hueco” o un planeta pequeño elaborado por una civilización muy avanzada y colocado en órbita alrededor de la tierra hace muchos siglos.
La describen así: “Probablemente tiene una capa doble la base, un denso armazón blindado de un espesor de unos 30 Km, y sobre él una cubierta menos compacta, una capa más fina, de unos 4,5 Km”.
Referencias históricas narran hechos asombrosos que atribuyen a la luna como un lugar sorpresivo:
* Aristóteles en la constitución de Tagues dice… que los bárbaros de Arcadia tenían derecho a la tierra por estar habitándola antes que la luna apareciera en los cielos.
* A los primeros griegos se les llamó preselenos que quiere decir antes de la luna.
* Plutarco en historia romana escribió… estos eran los arcadios el llamado pueblo prelunar.
* Otros antiguos escritores aluden también a una época en la que no existía ninguna Luna en los cielos. Apolonio Rodio menciona la época “en la que todos los astros no estaban todavía en el cielo…”.
* En el salmo 72 de la biblia se lee… tu eras temido desde la época del Sol y antes de la época de la luna.
* También dicen las crónicas tibetanas, que en tiempos antidiluvianos, no había luna en el cielo. Las leyendas eslavas también apuntan en ese sentido y el misterioso Libro de las Revelaciones, indica que la luna fue capturada por la Tierra hace trece mil años.
vía/http://extranotix.blogspot.com/
jueves, 3 de diciembre de 2015
Las irregularidades que sugieren que la Luna de la Tierra, es artificial.
A pesar de que las misiones Apolo trajeron de vuelta a la Tierra enormes cantidades de datos sobre la luna, se ha mantenido un enigma para los astrónomos y científicos por igual. Dr. Robert Jastrow, el primer presidente de la Comisión de Exploración Lunar de la NASA llamado la luna "la piedra de Rosetta de los planetas."
Pero, ¿qué es lo que tiene la luna que fascina a todo el mundo? Bueno, hay muchas personas que creen firmemente que la Luna de la Tierra es en realidad una pieza terraformado e ingeniero de hardware que tiene un 3 millas capa externa gruesa de polvo y rocas. Por debajo de esta capa se cree que la luna tiene una cáscara sólida de alrededor de 20 millas de materiales altamente resistentes como el titanio, uranio 236, la mica, el neptunio 237. Definitivamente elementos que usted no esperaría encontrar "dentro" de la luna.
Hay muchos ufólogos de todo el mundo, quienes especulan que la luna es en realidad una base gigante donde el progreso encuesta extraterrestres de la humanidad.
Hay tantos misterios que rodean a la luna de la Tierra que no son los que han propuesto que la Luna podría ser algo completamente diferente.
Robin Brett, unos científicos de la NASA declaró: "Parece más fácil explicar la no existencia de la Luna de su existencia."
Aquí están 7 Irregularidades que sugieren la Luna de la Tierra fue diseñada y podría ser una base hueca gigante:
1) La Luna parece ingeniería. En noviembre de 1969, la NASA se estrelló intencionalmente un módulo lunar que causó un impacto equivalente a una tonelada de TNT en la Luna. Las ondas de choque construidos y científicos de la NASA enumeran a lo que estaba sucediendo en la Luna.Curiosamente, después del impacto, los científicos de la NASA dijeron que la Luna sonó como una campana y la reverberación continúan durante treinta minutos. Según Ken Johnson, supervisor del departamento de datos y el control de la foto, la Luna no sólo sonó como una campana, pero toda la Luna "tambaleó" en las formas geométricas que era "casi como si tuviera un gigantesco amortiguador hidráulico se pavonea en el interior ello.
2) La Luna tiene elementos que no debería tener. En la década de 1970 Mijail Vasin y Alexander Shcerbakov de la Academia de la ciencia soviética, escribió un artículo titulado: "¿Es la Luna la creación de inteligencia extranjero?" Fue un artículo muy interesante que hizo algunas preguntas importantes. ¿Cómo es posible que la superficie de la luna es tan difícil y por qué contiene minerales como el titanio? Misteriosamente, hay algunas rocas lunares que se han encontrado para contener metales tratados, como el latón, Mica y los elementos de uranio 236 y neptunio 237 que nunca se han encontrado para ocurrir naturalmente. Sin embargo, hay rastros de ellos en la Luna. El uranio 236 es un desperdicio nuclear radiactivo que se encuentra en uranio reprocesado nuclear y gastado. Más interesante, neptunio 237 es un elemento metálico radiactivo y un subproducto de los reactores nucleares y la producción de plutonio. Usted tiene que hacer la pregunta: ¿Qué está pasando en la luna de la Tierra? ¿De dónde son estos elementos y minerales procedentes de?
3) de la Tierra Luna no tiene un núcleo sólido como cualquier otro objeto planetario. Los investigadores son casi 100 por ciento seguro de que la Luna es de hecho hueco o tiene un interior muy baja intensidad. Extrañamente, las concentraciones de la Luna de la masa se encuentra en una serie de puntos justo debajo de la superficie.
4) La Luna es mayor que la Tierra. Nuestra Luna es diferente a cualquier otro satélite descubierto en el universo conocido. Los investigadores saben la Luna es de 4,6 mil millones de años y que plantea muchas preguntas. Esto significa que te luna es más antiguo que la Tierra por casi 800.000 años, según los científicos.
5) órbita increíble. Luna de la Tierra es la única luna del sistema solar que tiene una órbita estacionaria, casi "perfecto" circular. Es un hecho que la Luna no gira como un cuerpo celeste natural.En otras palabras, nuestra Luna no comparte algunas características con otras lunas que se encuentran en nuestro Sistema Solar. Si no fuera lo suficientemente extraño, desde cualquier punto de la superficie de nuestro planeta, sólo una cara de la Luna es visible. ¿Qué se esconde la luna?
6) rocas lunares y titanio. Hay algunas rocas lunares que se han encontrado para contener diez veces más titanio que rocas "de titanio ricos" en el planeta Tierra. Aquí en la Tierra utilizamos Titanium en jets supersónicos, submarinos de buceo profundo y naves espaciales. Su inexplicable. Dr. Harold Urey, ganador del Premio Nobel de Química dijo que estaba "terriblemente desconcertado por los astronautas de rocas que se encuentran en la luna y su contenido de titanio. Las muestras fueron inimaginable y alucinante ya que los investigadores no pudieron dar cuenta de la presencia de titanio.
7) posición precisa. Si todos los puntos anteriores no llegaron a pensar de manera diferente sobre la luna de la Tierra aquí hay algunas cosas más interesantes sobre la Luna. Lo que es mantener la luna en su posición casi perfecto? la luna tiene una altitud precisa, rumbo y velocidad, lo que le permite "función" adecuadamente en respeto del planeta Tierra.
En pocas palabras la Luna no debe ser donde se encuentra actualmente. Todo apunta a la posibilidad de que la Luna de la Tierra fue, de hecho, se coloca en su posición actual en el pasado distante. Órbita natural de la Luna y la composición irregular plantea cientos de preguntas que ni la NASA científicos, astrónomos o los geólogos son capaces de responder hoy. A pesar de todos los esfuerzos para comprender satélite "natural" de la Tierra, la verdad es que tenemos muy poca información sobre el origen y el propósito de la Luna.
¿Qué te parece la luna es? Un fenómeno natural casi perfecto? ¿O es que los orígenes de la Luna sobrepasan la comprensión humana?
vía/ewao.com
jueves, 29 de octubre de 2015
martes, 27 de octubre de 2015
martes, 13 de octubre de 2015
El cielo en el cerebro: la fascinante relación entre la Luna y los neurotransmisores.
SIGUIENDO CON UNA EXPLORACIÓN DE LA CRONOBIOLOGÍA Y DE LA RELACIÓN ANTROPO-BIO-CÓSMICA PROBAMOS UN MÉTODO PARA AUMENTAR EL DESEMPEÑO COGNITIVO Y LA PRODUCTIVIDAD BASADO EN LA SINCRONIZACIÓN ENTRE LA MENTE Y LA LUNA
El hombre cobra vida a través del qi del cielo y la tierra; madura al ritmo de las leyes de las cuatro estaciones.
El Clásico Interno del Emperador Amarillo
Cuando le preguntaron a Pitágoras qué era el tiempo, respondió que era el alma del mundo.
Plutarco
Para el hombre antiguo era un hecho incontrovertible que su vida estaba ligada a los procesos astronómicos y a los ciclos estacionales que marcaban los astros. No sólo dependiendo del cielo y de la tierra –y de su relación de creatividad y receptividad– para cosechar sus alimentos, sino también para cultivar una vida sana y virtuosa física y mentalmente. El hombre, como parte de la tierra, también recibe del cielo la energía que le permite crecer. Esto era parte de una cosmogonía que tiene como piedra angular la visión del microcosmos como un espejo del macrocosmos: una filosofía natural perenne que encontramos presente en mayor o menor medida en todas las culturas antiguas. El hombre moderno, no sin arrogancia, ve en esto un rasgo del pensamiento mágico-primitivo que el pensamiento racional ha rebasado. Despojado de este espíritu, el paradigma médico del hombre occidental no toma en cuenta la influencia de factores ambientales y mucho menos cósmicos. Pero hoy sabemos, por experiencia propia, que la medicina occidental moderna es muy buena para atacar y extirpar padecimientos agudos, pero sufre cuando se trata de curar y no sólo aliviar los síntomas de enfermedades crónicas (las enfermedades del tiempo). Tradiciones de medicina antigua, por ejemplo la espagiria (alquimia vegetal) o la acupuntura, curan balanceando y despertando los procesos de autosanación del cuerpo; la medicina alópata moderna “cura” suprimiendo síntomas con fármacos que generan efectos secundarios en otros sistemas y órganos, porque estos no son concebidos como estrechamente interdependientes. Existen, sin embargo, señales de una mayor apertura a sistemas holísticos dentro de la ciencia médica occidental, especialmente a partir de recientes hallazgos en la epigenética, y particularmente en la cronobiología.
Como vimos en un artículo anterior sobre la cronobiología, existe una relación entre la cualidad particular del tiempo y la salud humana y su disposición y aptitud para realizar ciertas tareas. En otras palabras, no todos los momentos son iguales, y realizar cierta acción en determinado momento puede ser contraproducente o, en el sentido contrario, doblemente provechoso, siendo catalizada por la energía que predomina en ese momento (el universo como proceso de aikido). Ser conscientes de esto, de los cambios, de los ciclos y de las diferentes cualidades de los momentos, es ya un paso importante para armonizar el cuerpo y la mente, ahorrar recursos y almacenar energía.
Después de este acercamiento teórico, sigamos con una aplicación práctica de la cronobiología con la intención de comprobar que esta relación entre el hombre y el cosmos no es sólo analogía poética sino correlación energética.
La praxis de la Luna
Hace unas semanas entrevisté al doctor Mark Filippi, cuyo Método somático descubrí leyendo Present Shock, de Douglas Rushkoff, analista de medios que quizás sea el más legítimo heredero de Marshall McLuhan. Rushkoff empleó el sistema de Filippi, basado en una conexión entre las fases de la Luna y cuatro neurotransmisores básicos, para maximizar su desempeño escribiendo su libro (una especie de walk-the-talk, ya que uno de los temas del libro de Rushkoff es la importancia de tomar conciencia de los efectos que tiene vivir conectado a internet 24/7 y abandonar los ciclos naturales). Rushkoff explica cómo trabajó con este método en la escritura de su libro:
Usaba la primera semana de la Luna para organizar los capítulos, hacer entrevistas, y hablar con amigos y colegas sobre las ideas que estaba trabajando. En la segunda y más intensa semana, me encerraba en mi oficina, con una tarea definida, y lograba escribir la mayor parte del libro. En la tercera semana, editaba lo que había escrito, leía material nuevo y saltaba hacia cualquier sección que me llamara, probando ideas nuevas. En la última semana, revisaba la estructura y pasajes difíciles y reprogramaba la pesadilla que es mi sitio web. Mi propia experiencia es que mi productividad aumentó cerca de un 40%, y mi paz mental durante todo el proceso se transformó completamente para bien. Aunque esto resulte anecdótico para cualquier otra persona, ciertamente me convenció de seguir consciente de estos ciclos de ahora en adelante.
Filippi describe su sistema, en su concepción más amplia, como una conciencia de “la relación entre el mundo interior y el mundo exterior”. Esto basado en una interiorización del aspecto cuaternario que rige los ciclos en la naturaleza: cuatro estaciones, cuatro fases lunares, cuatro cuartos de hora, cuatro elementos, cuatro fases de la respiración, etc. El cuatro es parte esencial del ritmo y de la medición. “El cuatro es una constante en la forma en la que las cosas se organizan en la naturaleza y en cómo absorbemos información, dividiéndola en grupos de cuatro”, explica Filippi.
El método de Filippi es una continuación del trabajo de Irving Dardik, Joel Robertson y David Goodman, quienes, cada uno en su ámbito, han elaborado una teoría sobre las oscilaciones en el desempeño fisiológico, emocional y mental del ser humano. “Mi ecología se desprende de la confluencia del modelo de Goodman de cuatro fases y las ideas de Robertson sobre performance. También sé que existe una correlación con el sistema de acupuntura [esto es el sistema de acupuntura lunar que se describe en Clásico del Emperador Amarillo]”. Particularmente la historia de esta correlación entre la Luna y los neurotransmisores se origina en Goodman, quien en las últimas décadas ha recopilado minuciosamente información sobre sueños y estados emocionales en un diario propio y de diferentes sujetos de estudio. Goodman sugiere que existe un patrón: “Surgen cuatro cambios emocionales naturales. Estos los he reportado desde 1996 como: pasivo ascendente, activo ascendente, pasivo ascendente y activo descendente”. La idea de que estos ciclos emocionales están ligados a la Luna viene del libro Body Time (1971), de Gay Gaer Luce, en donde se propone la siguiente hipótesis:
Un sondeo calendárico de los síntomas de las personas sanas probablemente revelará que una sorprendente cantidad muestran oscilaciones en peso, vitalidad, desempeño óptimo, pesimismo, apetito, sueño; oscilaciones en brillantez y apagamiento, empeño y apatía, volubilidad e imperturbabilidad, malestar y robusto bienestar.
Efectivamente, Goodman documentó la presencia de estas oscilaciones, las cuales relacionó con una secreción dominante de neurotransmisores según la fase lunar. Con esto sentó las bases para explicar por qué las personas atraviesan diferentes estados de ánimo y de capacidad cognitiva sin que modifiquen sus hábitos: existen factores ambientales cíclicos que regulan la producción de nuestros neurotransmisores. Esto es importante ya que algunas personas después de sentirse deprimidas o especialmente ansiosas por unos días no tardan en hurgar en su gabinete de medicamentos. Es necesario señalar que el sistema de Filippi difiere del orden que Goodman estableció, sin embargo, después de ponerlo a prueba en reiteradas ocasiones, ha mostrado tener coherencia y arrojar resultados positivos.
El método somático de Filippi no sólo está basado en la sincronización con el ciclo lunar, sino en una sincronización general de los procesos cognitivos, de manera interna y externa. Aquí, sin embargo, nos concentraremos sólo en la conexión entre las fases lunares y los neurotransmisores. La correspondencia básica es:
-Primera semana lunar: acetilcolina
-Segunda semana lunar: serotonina
-Tercera semana lunar: dopamina
-Cuarta semana lunar: norepinefrina (o noradrenalina)
Los neurotransmisores son mensajeros químicos que viajan en el espacio sináptico llevando información de neurona a neurona. La mayoría de los neurotransmisores son sintetizados a partir de los aminoácidos presentes en nuestros alimentos, pero sabemos también que factores ambientales influyen en la conversión de estas moléculas neuromediadoras. Un ejemplo muy conocido es la disminución de la serotonina en invierno debido a la menor exposición al Sol, lo que produce el trastorno afectivo estacional; podemos observar aquí un efecto de carácter literal, la luz del Sol se convierte en serotonina, lo cual nos mantiene animados; la oscuridad nos deprime. Existen numerosos neurotransmisores, pero tanto Goodman como Robertson y Filippi identifican a la acetilcolina, la serotonina, la dopamina y la norepinefrina como los dominantes en cuanto a su influencia en el estado de ánimo y en el desempeño psicofísico. “Son diferentes sabores de coherencia”, dice Filippi, “y los cuatro vienen a ti todo el tiempo, pero uno es el principal en determinado momento”.
Algunas personas parecen tener una mayor inclinación hacia alguno de estos cuatro grandes dominios. “¿Cuál es tu tendencia? “¿Cuál es tu forma predominante de mostrarte en el mundo”, dice Filippi. “Conoce tu soma, para que puedas adoptar una estrategia de refinamiento de las áreas en las que tienes cierta carencia natural”.
Se pueden seguir ciertas indicaciones para balancear una deficiencia en la producción de neurotransmisores, sin tener que tomar antidepresivos o buscar “highs” permanentes a través de cosas como el sexo y el deporte extremo. Por ejemplo, Joel Robertson, en su libro Natural Prozac, nos dice que escuchar a Bach es una forma de provocar la secreción de serotonina: nos produce una calma energética. Podemos también hacer reformas a nuestra dieta. Otra forma es simplemente estar conscientes del calendario lunar y de los picos y valles que seguimos en el curso de 1 mes (o el ciclo que determinemos, ya que algunos de nosotros podríamos estar un poco desfasados). Esto permite una especie de neurofeedback: si nos vemos reflejados en el espejo del cosmos, un bajón en nuestro desempeño no será recibido con frustración, sino aceptado como un proceso de regeneración en el que estamos participando colectivamente. Una marea externa que se vuelve interna.
Aunque el sistema de Mark Filippi tiene la virtud de incorporar multidisciplinariamente nuevos hallazgos científicos, personalmente lo que más confianza me da es que coincide en espíritu con las observaciones realizadas por el gran clásico de la medicina china: El Clásico Interno del Emperador Amarillo (Huangdi Neijing), para algunos la biblia de la acupuntura. En el texto atribuido al Emperador Amarillo, se dice:
Al principio de la luna creciente, el qi y la sangre se originan como esencia, y el qi de defensa se empieza a mover. Cuando el disco de la Luna está lleno, la sangre y el qi están repletos, los músculos y el tejido firmes. Cuando el disco de la Luna se vacía los músculos y el tejido menguan, los conductos y los vasos se agotan y el qi de defensa se pierde.
La apariencia física existe por sí sola. Es por eso que uno sigue las temporadas del cielo para regular la sangre y el qi… Uno sigue la secuencia del cielo y los tiempos de abundancia y agotamiento. La posición [del qi] está determinada en observancia de los cuerpos celestes moviendo [la posición de su] luz.
Algunos verán superstición y pensamiento mágico en esta indicación que sirve como guía para modular la intensidad del tratamiento de acupuntura; otros (me incluyo) verán aquí una muestra de sabiduría milenaria, ya que este método sigue aplicándose con resultados avalados empíricamente después de más de 2 mil años en China y numerosos otros países en los que se practica medicina china.
El qi en la medicina china es un término que generalmente se traduce como energía o aire, pero que tiene también la connotación de “información” que puede dirigirse en el cuerpo (con el dao-yin) para reprogramar funciones orgánicas. Aunque evidentemente no es lo mismo, para fines prácticos podemos substituir qi por los diferentes neurotransmisores y descubrimos un patrón similar, el cual, por otro lado es marcado de manera literal por la misma Luna: más luz es más energía y claridad. Como en el cielo en la tierra, y como en los cuerpos celestes en el cuerpo humano.
Los cuatro neurotransmisores y las cuatro fases lunares
Con el interés de que este método pueda ser estudiado de manera sencilla y llevado a la práctica, revisemos los efectos particulares de los distintos neurotransmisores y la clasificación que hace Mark Filippi en su sistema somático:
Filosomático—Acetilcolina-Luna Nueva/Cuarto Creciente:
La primera semana del ciclo lunar corresponde al neurotransmisor acetilcolina y a una inclinación filial. “Cuando estamos surcando en acetilcolina, nos volvemos más sensibles, más aptos a actividades grupales y más receptivos emocionalmente”, dice Filippi. Esta semana se caracteriza por mucha energía pero no tanta concentración. Rushkoff observa que en la semana de la acetilcolina “las personas tienen buena energía y vivacidad, es genial para introducirla a nuevas ideas”. La acetilcolina neurológicamente está asociada con la memoria y el aprendizaje (fármacos que suprimen los receptores de acetilcolina afectan la memoria y el aprendizaje). La luna nueva es el momento para iniciar nuevos proyectos, para sembrar plantas pero también ideas, imágenes e intenciones y aprovechar la energía ascendente.
Ontosomático—Serotonina—Cuarto Creciente/Luna Llena
La segunda fase de la luna, que va del cuarto creciente a la luna llena, corresponde a la serotonina. Esta semana se tiene mucha energía y además mucha concentración mental por lo que es ideal para la realización de trabajo creativo. Esta es la semana en la que Rushkoff escribió la mayor parte de su libro. Filippi recomienda encontrar un espacio solitario para aprovechar estos momentos de lucidez en los que nos acompaña nuestra musa. La serotonina participa en numerosas funciones orgánicas, incluyendo un rol principal en la digestión (por lo que muchas enfermedades gastrointestinales son tratadas con antidepresivos), pero está sobre todo identificada con regular el estado de ánimo. En la semana del cuarto creciente nos sentimos saciados y plenos. Este estado, sin embargo, puede desbordarse y desfondarnos si no encontramos ese espacio reflexivo para canalizar nuestra energía. En otras palabras, aunque muchas personas pueden sentir la atracción de utilizar (y dilapidar) esta energía socialmente, es un momento de trabajo y cultivación personal.
Ecosomático—Dopamina—Luna Llena/Cuarto Menguante
La semana de la dopamina, es una semana de distracción y divertimento, de involucrarse en actividades sociales y ecológicas, con una cualidad empática. La dopamina neurológicamente está asociada con las experiencias y los estímulos que producen las experiencias, el placer, la recompensa y la excitación. En la semana de la dopamina podemos aflojar y disfrutar lo que hemos hecho.
Exosomático—Noradrenalina- Cuarto menguante/Luna nueva
La semana en la que entramos en la fase de “huir o pelear” (fight or flight), un estado defensivo en el que instintivamente nos protegemos (ya que tenemos menos reservas). Hay mucho análisis, pero poca inspiración. “Es un estado hiperbinario, unidireccional y agresivo”, dice Filippi. Rushkoff bromea con que es como la mentalidad de Barack Obama. Un regreso parcial al cerebro reptiliano. Si no dilapidamos nuestra energía, será más fácil superar esta semana de fragilidad nerviosa.
Elogio de la Luna (y un argumento personal a favor de la Luna)
La Luna en los sistemas simbólicos de la antigüedad regenteaba el agua. Sabemos científicamente que la Luna controla las mareas, coordina la menstruación y afecta la ovulación, la retención de orina, y se correlaciona con episodios de diarrea y problemas cardiovasculares. El ser humano, según nos enseñaron en la escuela, es mayormente agua. Esa agua compuesta que es la sangre lleva oxígeno (potencial de energía), nutrientes y productos neuroquímicos a las diferentes partes del cuerpo. Es concebible que la fuerza de la atracción de la Luna ejerza un efecto, aunque sea sutil, en este sistema de distribución. En el Clásico Interno del Emperador Amarillo se dice: “En la tierra hay arroyos, ríos,y océanos. En los seres humanos hay canales y meridianos. Todos ellos con influencia mutua”.
Apelamos aquí entonces a contemplar la posibilidad de que, aunque en un principio sea muy sutil y difícil de percibir, nuestra productividad y bienestar general pueden ser fácilmente mejorados siguiendo una práctica de armonización lunar, una especie de meditación distribuida a lo largo de 1 mes, cuyo fundamento es simplemente observar el tiempo (lo que Pitágoras llamaba “el alma del mundo”) y los efectos particulares que ejerce sobre nuestro organismo, suspendiendo la incredulidad de que somos independientes y estamos separados de los otros procesos naturales, que estamos en un río aparte, que corre solo, sin influencias. Juega con la idea que animaba la filosofía china: somos, como el emperador, el hijo del cielo. Realmente no tienes mucho que perder.
Cuando vivimos en un mundo que ha perdido la sincronía, que está fuera de tono, es apropiado recordar la frase de William Blake: “Debo de crear mi propio sistema o seré esclavizado por el sistema de otro hombre”. William Burroughs en The Revised Boy Scout Manual propone como primer paso para retomar el control de la realidad “proclamar una nueva era y desarrollar un nuevo calendario”. Rushkoff actualiza: “Si no sabes cómo funciona el sistema que estás usando es probable que el sistema te esté usando”.
Existe, por supuesto, una alternativa más tradicional y más segura a crear un propio sistema autónomo. Abandonar el sistema impuesto por el mainstream de la sociedad y encontrar, en equilibrio entre la observación individual –el conocimiento de uno mismo, “Know thy soma”, dice Filippi—y la observación de la naturaleza, un sistema integral. Uno de los sistemas milenarios que mejor ha sobrevivido el paso del tiempo –porque es un reflejo orgánico del tiempo mismo— es el calendario lunar. Las palabras mes, menstruación y moon, en inglés, todas tienen la misma raíz (medir). La Luna es un viejo reloj de luz y agua. Tanto los chinos como los hebreos siguen usando una base lunar para dar coherencia y estructura a sus vidas; los mayas, en su asombrosa percepción astronómica, también desarrollaron un importante calendario lunar; son innumerables las culturas antiguas que rigieron sus vidas por la Luna. El calendario lunar, además, tiene una ventaja, puede ser experimentado en el cuerpo (ese antiguo reloj interno), algo que muchas mujeres han comprobado, más allá de que esté o no legitimado por la ciencia.
Recordar, tal vez como aliciente, que la Luna en el mandala tibetano de la Rueda de la Vida es lo que señaliza una posibilidad de escapar del ciclo ilusorio del sufrimiento y la reencarnación; es un símbolo de la liberación del sistema impuesto. Buda meditando apunta a la Luna. Imagina esta paradoja: una experiencia temporal más coherente es lo que nos lleva a lo intemporal, a lo que no está sujeto ya a la impermanencia y las mutaciones.
Después de 2 meses siguiendo un protocolo lunar en mi trabajo y actividades, mi impresión es que el sistema de Filippi (que además coincide con los consejos del Emperador Amarillo) tiene una cierta coherencia, es decir, se ajusta elegantemente a los efectos de la Luna en la biología humana, aunque permita ciertas interpretaciones y variaciones en función de una adaptación individualizada. Siento una mayor energía y una mayor concentración cuando la Luna crece y una peligrosa plenitud en la luna llena (que puede derramarse y drenar si no se practica una especie de tensegridad), un sutil descenso en la función cognitiva y una mayor aprehensión en la fase menguante (que, sin embargo, se puede paliar si uno se relaja y no se obsesiona con la energía que pierde: entonces hay una pequeña y tranquila muerte al final del mes lunar).
A fin de cuentas, el calendario no debe convertirse en un dogma o en un determinismo cronobiológico, sino en una plantilla que nos permite organizar mejor nuestras actividades y catalizar la cualidad vibrante (el qi) del tiempo. El hecho de observar los efectos y las correlaciones entre las diferentes fases y estaciones de la naturaleza y nuestro cuerpo y mente es probablemente la virtud principal de este ejercicio de cultivación de la salud a través de la regulación energética y emocional. Genera el efecto, que no deberíamos desestimar como secundario, de crear conciencia corporal de nuestra relación con la naturaleza y el cosmos. Nos regresa ese sentido asombroso de pertenencia: nuestros actos tienen más sentido y profundidad cuando están unidos a los procesos del universo.
autor/Alejandro Martinez Gallardo
fuente/Pijamasurf
El hombre cobra vida a través del qi del cielo y la tierra; madura al ritmo de las leyes de las cuatro estaciones.
El Clásico Interno del Emperador Amarillo
Cuando le preguntaron a Pitágoras qué era el tiempo, respondió que era el alma del mundo.
Plutarco
autor/Alejandro Martinez Gallardo
fuente/Pijamasurf
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