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viernes, 15 de julio de 2016

Ejercicios de Percepción Espiritual. ¿Puedes Percibir una espiral esférica?

UN EJERCICIO DE PERCEPCIÓN TOMADO DE LAS ENSEÑANZAS DEL ALQUIMISTA Y EGIPTÓLOGO RENÉ SCHWALLER DE LUBICZ EN EL CUAL SE OCULTA TODA UNA VISIÓN METAFÍSICA Y MATEMÁTICA DE LA CREACIÓN, O DEL PASO DE LA UNIDAD HACIA LA DUALIDAD


Todo en el mundo moderno contribuye a pervertir la percepción, pero si queremos realizar nuestros destinos, debemos encontrar una cura. Debemos hablar abstractamente en términos de funciones, pero debemos percibir el gesto concreto viviendo el hecho cósmico.
René Schwaller de Lubicz

En el tercero de estos ejercicios de percepción espiritual proponemos la visualización de la "espiral esférica", un paradójico ejercicio de percepción que el alquimista René Schwaller de Lubicz enseñó a André VandenBroeck, quien fuera su aprendiz durante una temporada en 1959 y 1960. El ejercicio no es sólo una práctica concreta, si bien refleja la forma en la que la abstracción metafísica se vuelve concreta, comprende también un ejercicio de pensamiento no lineal y una reflexión sobre la naturaleza de la percepción que busca sintonizar el instante creativo del cosmos, esto es,percibir lo eterno dentro de lo transitorio.

En una de sus lecciones, Schwaller le dijo a su pupilo:

Los ciclos son la única forma de vencer al tiempo y al espacio. Así es, la única forma de vencer a estos dos es en su propio terreno. Y la conciencia cíclica lo coloca ahí. El tiempo no es como un río que fluye y en el cual no puedes bañarte dos veces. El tiempo es una espiral, y el espacio también, una espiral esférica. ¿Puedes imaginarte una espiral esférica? ¡Inténtalo!

Este es el fundamento de la práctica: ver una espiral esférica, una espiral en 3D. Schwaller agrega que percibir esta espiral esférica es importante porque es la "más justa representación del espacio-tiempo, abstraída del flujo y de la extensión infinita que nos conduce a lo factual". Esto presenta un gran problema puesto que, nos dice, la espiral esférica no puede imaginarse, "debe percibirse formándose en el espacio". VandenBroeck escribe que su instrucción concluyó así:

Con un giro de las manos y brazos que se acercó más que mil imposibles palabras a evocar esta doble hélice, que se hacía no lineal y ganaba dimensiones moviéndose en sentido opuesto al enrollar el borde de su espacio en sí misma. Cuando después de meses me pareció que mi visión del espacio-tiempo estaba mejorando, siempre fue en el sentido de este asombrosamente mágico gesto. 

Así que tenemos este desafío de percibir una espiral esférica y no tenemos mucha información práctica sobre cómo hacerlo, y la información que tenemos es ciertamente enigmática, como si fuera un acertijo en el centro de la conciencia. Y esto es exactamente lo que Schwaller buscaba, una forma de pensamiento a-racional, ligada a lo que llamó, siguiendo al la ciencia sagrada del Egipto faraónico, la "inteligencia del corazón".

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Percibir la espiral esférica es ciertamente un enigma, pero tenemos algunas pistas, algunas piezas del rompecabezas que pueden ayudar como inspiración pero que ciertamente no lograrán conformar la imagen completa, puesto que ésta es algo que debe surgir en el espacio, en la percepción como presencia viva del "acto cósmico".


Aaron Cheak, en su ensayo sobre Schwaller, Agent of All Transmutations, incluido en su Alchemical Traditions, sugiere que esta espiral esférica nos enfrenta con una paradoja (¿aquella de la eternidad y el tiempo, que es una imagen aparentemente móvil de la eternidad?). Sabemos que la espiral esférica es como el "tornillo de Arquímedes" que "aparenta evolucionar y sin embargo no lo hace, el concepto de Schwaller de la piedra [filosofal] encarna la paradoja de progresar y al mismo tiempo permanecer igual", esto es una "coincidencia de 'la simultaneidad del ser y el devenir'", dice Cheak citando a VandenBroeck, y conectando las hebras de tal forma que es posible insinuar que: la percepción de la espiral esférica es en sí la piedra filosofal. Para entender esto debemos mencionar la idea de Schwaller de que la evolución no es más que el intervalo aparente de la Conciencia de regreso a su Causa, es decir, a sí misma. Schwaller le dice a VandenBroeck:

Hay una visión pertinente a cada momento cósmico particular… el momento presente, tal como lo defino en mi libro, es de hecho la eternidad. Sabemos que todo se está creando cada momento, y todo también se pierde [cada momento]… La Obra [alquímica] no es el descubrimiento de una técnica… es la percepción de un proceso existente. Es la percepción la que es objeto de estudio y oración.

Esta imagen entonces, de la esfera espiral, debe estar relacionada con la paradoja de que el momento presente es la eternidad y que todos los instantes son la cosmogénesis a la vez que la disolución del mundo. En otras palabras existe un movimiento creativo, una evolución y sin embargo, la unidad de la Conciencia permanece inmóvil, acaso como el Uno de Parménides. Aaron Cheak explica:

Es importante mencionar que el tornillo de Arquímedes que evoluciona y sin embargo permanece igual es la imagen detrás  de las varias alusiones que Schwaller hace a la incomprensible espiral esférica (l'incompréhensible spiral sphérique). Para entender la naturaleza de la espiral esférica, primero debemos comprender que las formas geométricas bidimensionales ordinarias se resuelven fácilmente en sus equivalentes tridimensionales: un círculo se vuelve una esfera, un cuadrado un cubo, un triángulo una pirámide tetraédrica. Pero la espiral no es una forma cerrada. Es una forma abierta, evolutiva... Una espiral en tres dimensiones es otra cosa --una esfera que es al mismo tiempo un vórtice o hélice, esto es, un volumen evolucionando dinámicamente hacia fuera y hacia dentro al mismo tiempo. Es la forma que une el centro estíptico a su expansión volumétrica a través de "líneas de fuerza que van del centro a la perifera en forma de una espiral" [palabras de Schwaller]. Esta fue la forma paradójica que Schwaller intentó asir a través de la visualización. Debe enfatizarse que esto no fue meramente un modelo de especulación cosmológica, sino un preciso intento de intensificar la conciencia al expandir sus parámetros formales a través de una experiencia dinámica de la estructura absoluta de la realidad que subyace todas las formas geométricas y fenoménicas.

Archimedes_screwCheak aquí toma de la descripción que hace el mismo VandenBroeck, en el momento climático de su biografía de Schwaller, cuando una tarde en el estudio de su maestro su campo de visión fue reemplazado "por un volumen de naturaleza cíclica cuyo movimiento se vuelve sobre sí mismo y sin embargo progresa al mismo tiempo (de alguna manera similar al tornillo de Arquímedes, una figuración en la que reconozco sin esfuerzo una perfecta espiral esférica)". VandenBroeck entra entonce en un estado de conciencia muy particular, comparable con el estado hipnagógico (el momento antes de dormir), arrastrado por las palabras cadenciosas y llenas de metafísica de Schwaller. Es una especie de alucinación o epifanía matemática:

Arriba de la cabeza, está la luz clara y me doy cuenta que puedo seguirlo con gran atención y sin embargo continuar mi contemplación de una función abstracta, la función de la fisión binaria, la función creativa de phi... Tantas cosas más caben en este momento, abundante más allá de lo que se puede decir... En este contexto, el lenguaje distorsiona el componente temporal del evento; la temporalidad y la sucesión en sí mismas son engañosas, cuando sólo el silencio y la inmovilidad representan adecuadamente la experiencia creativa.

Este es el estado de percepción hacia el cual se dirige la práctica de la espiral esférica, uno cuyo realidad y "permanencia más allá de la presencia irracional, existe solamente a través de inscripción experiencial en los huesos principales del cuerpo". Un percibir que hace tan nítida y significativa la experiencia que se inscribe en nuestros huesos, en el polvo que seremos.

Entramos aquí en el aspecto más esotérico de la obra de Schwaller de Lubicz y necesitaríamos extendernos más de lo pertinente en este espacio para explicar cabalmente su teoría de la sal fija y la palingénesis. Simplemente diremos que la visión de la evolución de la conciencia de Schwaller mantiene que ciertas experiencias perceptuales que van más allá de lo aprehendido por la inteligencia cerebral logran inscribirse literalmente hasta los huesos, en lo que llamó una sal fija indestructible. Así la conciencia se fija en los huesos, en la sal, y continúa su evolución en la Tierra como un polo atractor. Dice VandenBroeck: "La importancia de la percepción es asegurar la cualidad de la experiencia y garantizar su inscripción en la sal, que a su vez propiciará una forma más evolucionada en una siguiente encarnación". En El Templo en el Hombre, Schwaller explica que "sólo la conciencia que es registrada en el elemento permanente subsiste después de la muerte corpórea" (este elemento permanente es la sal o una ceniza que soporta toda decadencia).

Más allá del profundo esoterismo de esta noción, que Schwaller liga a "la sal de la tierra" que se menciona en los Evangelios, hay una profunda belleza simbólica e intuitiva en estas aseveraciones. Solamente nos llevamos de la vida aquello que realmente logramos percibir con todo nuestro ser, aquello digno de inscribirse hasta el tuétano: la luz de la experiencia, en su profundidad, se vuelve indestructible (quizás en esto podemos encontrar alguna similitud con el cuerpo diamante (vajra) del tantra tibetano, algo que ha sugerido Cheak). Schwaller explica su "metafísica de la percepción":

La materia no puede más que expresar la conciencia. ¿Por qué crees que insisto en este esfuerzo de percepción? ¿Por qué el esfuerzo de percibir aquello que yace claramente más allá de la norma actual, como es el caso de la espiral esférica? Porque mientras tu percepción permanezca común y corriente, se mantiene una comprobación de objetos, una interpretación psicológica de eventos. No estarás dando un paso hacia una conciencia más amplia, no inscribirás nada, no lograrás ganancias evolutivas salvo aquellas que el tiempo mismo consigue a través de interminables ciclos, a través de lo que los egipcios llamaban "Osiris". Las ganancias no son ganancias personales, por supuesto, son ontogenéticas, son la evolución de la sal debido a la inscripción de la experiencia. Lo que es inscrito, esta modificación de la base mineral, es permanente; comparable a ella, el material genético es simplemente frágil.

 *          *       *
luxor-templemancrpPara concluir debemos mencionar que Schwaller de Lubicz en sus importantes aportaciones a la egiptología teorizó que el templo de Lúxor fue construido en su conjunto como la imagen de un hombre --lo que llamó el Antropocosmos. Un hombre que es a su vez la imagen del universo o, mejor dicho, es la totalidad del universo encarnada. Schwaller notó en diferentes construcciones, que conformaban la anatomía de este "templo del hombre", la proporción áurea, φ (phi). Existen indicios de que los egipcios conocían el también llamado número áureo. Como sabemos la proporción áurea puede observarse en la naturaleza y en ciertas obras de arte, habiendo llegado a considerarse como el signo esencial de la armonía. 

Esto es importante puesto que en la naturaleza ocurren espirales que se aproximan a la espiral de oro, esto es, una espiral logarítmica cuyo factor de crecimiento es la proporción áurea. Para Schwaller la proporción áurea "preside sobre la armonía de la Naturaleza como el principio de la escisión original, y al decir que 'preside', me refiero a una presencia incesante". Esto nos lleva a la importante observación de que los egipcios tenían una teología matemática, donde los neters (los principios divinos) eran también funciones numéricas. Fundamentalmente, nos dice Schwaller, lo que se expresó en la teología egipcia, en los símbolos y en los mitos, era el "paso del Uno al Dos", lo cual constituye "el acto creativo", así todo lo que observamos no es más que la escisión de la Unidad en la Dualidad en un proceso en el que sin embargo mantiene su unidad, esto es similar a la imagen del tornillo de Arquímedes que  "evoluciona y sin embargo permanece igual".

En su obra principal El Templo del Hombre, Schwaller expone su gran idea de que φ es la función matemática de la creatividad que se manifiesta como un cosmos múltiple; y por ello los animales y los vegetales crecen bajo esta proporción. "El decreto es crecer. Ahora bien, todo crecimiento está hecho de la escisión de los elementos. Así 'crecer' significa proceder a través de la duplicación --1,2,4,8-- en otras palabras, dividir". Para resumir:

Phi es la función creativa; la creatividad (o el crecimiento) se expresa como división, el paso del Uno al Dos, y sin embargo en la dualidad persiste la unidad, "por un poder inmanente a la Unidad".  
La espiral es la imagen del tiempo; en reiteradas ocasiones Schwaller señala que el "tiempo es Génesis", este Génesis o este "acto creativo" es la función de φ que se imprime en la naturaleza como una armonía y en los patrones del crecimiento (división) animal y vegetal se desdobla como una espiral; así la espiral es la estela numérica de la creatividad manifiesta.  

La forma de la espiral esférica, que evoca movimiento, en realidad es un progresar permaneciendo igual; el cosmos evoluciona hacia su raíz, es un moverse hacia un un origen inmóvil del cual nunca se separó.

Así entonces podemos conjeturar que la espiral esférica es una manifestación formal, concreta, de este principio universal de división, que es el acto creativo, es decir la proporción (armonía) con la que se divide a sí mismo el Uno para crear el mundo (el Dos). Asimismo es el contacto o ligamento de la Idea, de lo Absoluto, de lo Trascendente con la forma concreta (puesto que sólo así se puede conocer la Unidad, lo Absoluto...). La espiral es la expresión, la imagen, el eco visual de la Unidad (que persiste) en la dualidad, es decir el espíritu; imagen también del movimiento de separación que en realidad es una evolución hacia la Causa.

fuente/Pijamasurf

miércoles, 10 de febrero de 2016

LOS BEBÉS PUEDEN VER COSAS REALES QUE NOSOTROS YA NO ALCANZAMOS A PERCIBIR.

A LOS 5 MESES LOS BEBÉS PIERDEN LA CAPACIDAD DE DISTINGUIR SUTILES DIFERENCIAS EN FORMAS Y COLORES, DE ALGUNA MANERA DEJAN UNA REALIDAD MÁS NÍTIDA PARA CONFORMARSE CON UNA ILUSIÓN MÁS SEGURA.

Un reciente estudio muestra que los bebés son capaces de percibir con mayor agudeza colores y formas que los adultos, pero aprenden luego a adaptarse a una ilusión consensual que les permite navegar en el mundo más a salvo. En otras palabras, reducen el espectro de su percepción para no ser inundados de datos sensoriales que pueden ser imprácticos.

La doctora Susana Martínez-Conde hace una buena labor explicando esto y mostrando algunos ejemplos visuales. Intentaremos aquí explicar brevemente esta diferencia en la percepción. Lo que ocurre cuando vamos creciendo es una cosa que se llama "constancia perceptual", esto es, un aprendizaje a ver el mundo en el que el cerebro parece bloquear pequeños cambios para mantener la identidad de un objeto. Por ejemplo, cambios de luz hacen que un objeto tenga un cierto color y una cierta textura que nosotros no vemos o percibimos de manera equivocada en función de que este objeto no cambie mucho para que así no lleguemos a pensar que es otro objeto, lo cual podría ser incluso peligroso (o era peligroso en momentos en los que el ser humano era cazador-recolector).

"En un principio vemos todas las diferencias, y luego aprendemos a ignorar ciertos tipos de diferencias para que podamos reconocer el mismo objeto como inmutable en diferentes escenarios. Cuando la constancia perceptual emerge, perdemos la habilidad de detectar múltiples contradicciones que son altamente notables para pequeños bebés", dice Martínez-Conde. 

El estudio en cuestión mostró que bebés de 3-4 meses pueden discriminar rasgos sutiles en imágenes cuando se cambia de iluminación, mismos que los adultos no logran detectar, explica Martínez-Conde. Este poder de ver los matices de la realidad, se pierde a los 5 meses y a los 7 u 8 meses la habilidad de ver correctamente superficies mate o lustrosas. Continúa Martínez-Conde:

La discriminación de superficies no es el único dominio de percepción en el que abandonamos la realidad por la ilusión al crecer. Durante el primer año de sus vidas, los niños pierden una miríada de poderes discriminatorios: entre ellos, la habilidad de reconocer diferencias en las caras de monos que son imperceptibles para humanos adultos y la habilidad de distinguir ente sonidos de lenguas distintas a las de su propia familia. Diferencias objetivas se vuelven similitudes subjetivas. 

La pérdida de sensibilidad a la información variante que experimentamos como bebés creó una brecha insuperable entre nosotros y el mundo físico. Al mismo tiempo, nos ayudó a sintonizar nuestra percepción al medio ambiente, permitiéndonos navegar de manera eficiente y exitosa... aunque haya dejado una gran porción de la realidad fuera de nuestro alcance.

Muchas cosas aquí para reflexionar. Por una parte una nostalgia de algo que parece imposible de recordar: la visión prístina del bebé ante la realidad. ¿Cómo ve un bebé una rosa a la que toca la luz del Sol? ¿Cómo es una rosa en el amanecer y una en el atardecer para los ojos límpidos del bebé? Por otro lado, es importante notar que el estudio citado y el concepto mismo de la constancia perceptual muestran desde una perspectiva científica algo que la filosofía ha discutido por siglos: más que ver el mundo como es, lo vemos como somos nosotros, y sobre todo como han sido los otros que vieron el mundo antes que nosotros. “Estar aquí es una especie de abandono espiritual. Sólo vemos lo que otros ven, los miles otros quienes estuvieron aquí antes, aquellos que vendrán después. Hemos acordado ser parte una percepción colectiva”, escribe el novelista Don DeLillo.

La lectura que hace Martínez-Conde de esto es desde la biología: vemos al mundo de la forma que es más útil para que podamos sobrevivir, una operación de ciega inteligencia, nos dirían los biólogos. Sin embargo, debemos considerar que la evolución en realidad también está mediada por factores culturales, no es sólo nuestra genética la que determina cómo procesamos el mundo, es también la epigenética; no son sólo nuestros genes, también son nuestros memes los que nos hacen ver las cosas como objetos constantes, separados de nosotros mismos. Hay en cierta forma una polinización cruzada entre las fuerzas de la evolución y nuestra propia voluntad, es un proceso material pero también altamente inducido por la mente. 

En tiempo reciente tenemos una fuerte influencia de la lingüística en este sentido, filósofos como Wittgenstein notaron que el mundo que aprehendemos está limitado por el lenguaje con el cual lo articulamos y lo filtramos. Un estudio interesante hace unos años notó que las personas que hablan ruso ven una mayor variedad de azules que los que hablan inglés --mientras que los griegos al parecer ni siquiera veían este color. Debe ser interesante estudiar cómo se modifica la percepción en los niños una vez que van obteniendo conceptos sobre el mundo. Hoy sabemos que existe una transmisión epigenética de información, de tal forma que las experiencias que tiene una madre pueden transferirse a su hijo de alguna forma, por lo que nuestra percepción del mundo debe entenderse como un proceso dinámico.

Una de las cosas que los bebés aprenden a evitar ver es la vertiginosa mutabilidad del color y la forma, para de alguna manera dar solidez a la realidad y poder identificar objetos. Es una cierta forma de percepción la que les da su constancia, les confiere una realidad como objetos a los cuales podemos regresar y los cuales seguirán estando ahí, fuera de nosotros. Esto me hace pensar en la filosofía de Hume y en algunas ideas del budismo. Hume creía que lo único que existía eran impresiones cambiantes y la identidad personal en realidad, entonces, surgía cada instante, con cada impresión, ante lo cual no se podía decir que tuviera una existencia real o duradera. En el budismo el concepto de un yo constante es considerado también una ilusión, se habla de skandhas, agregados o adherencias que son el resultado del karma, pero que a fin de cuentas no tienen una naturaleza inherente. Es una especulación, pero quizás si no aprendiéramos a darle una constancia al flujo (ese cambio perpetuo, ese río de Heráclito o el mismo Tao) de impresiones sensoriales de las cuales está compuesta la realidad, nuestra percepción estaría mucho más cerca de lo que sostiene Hume o del budismo. Hume y el budismo nos dirían que ese mecanismo de defensa de la percepción que hace que las cosas mantengan su identidad, aunque pierdan definición, es un doble error, puesto que de hecho el objeto es siempre otro: la flor que ves este instante es otra flor que la que viste hace unos segundos (y ambas flores son espejismos). Asimismo, para que nuestro ego exista y subsista parece necesario haber llegado a este punto de constancia perceptual: nuestro modo de percepción es el esmalte, lo que le da consistencia y solidez a algo (el ego) que es de suyo espectral e insustancial. 

Hace unos años publicamos aquí en Pijama Surf un ensayo del escritor británico Jason Horsley sobre la percepción consensual. que creo que viene a colación. Según Horsley:

La percepción consensual depende del acuerdo, no sólo para establecer qué es perceptiblemente real, sino también para ignorar, refutar o descartar cualquier cosa que desafíe el acuerdo

[...] La percepción consensual es un modelo autoreafirmante de la realidad: lo que no se puede percibir no existe, y lo que acordamos que no existe, no se puede percibir.

Es posible que existan otros mundos sumamente diversos y variopintos (cada modo de percepción es un mundo en sí mismo) dentro del abanico de los posibles dentro de este mundo. El neurocientífico David Eagleman nos recuerda que como seres humanos sólo podemos percibir 1 de cada 2 billones de ondas de luz. Horsley, por otro lado, habla de una percepción "extraconsensual" que lleva hacia las zonas liminales de la conciencia. Una buena pregunta, la cual dejaremos abierta, es si la percepción y la conciencia misma, por definición, son facultades colectivas, que de hecho sólo existen en el enjambre, en la red, en la sinapsis con el otro y dentro de un campo de información compartida y por lo tanto realmente no hay un afuera, un lugar para ejercer una visión que no dependa de todas las otras visiones, que no dependa de todos los otros fenómenos. ¿Cómo ver, no ya sólo con los ojos de un bebé, sino ver la naturaleza por primera vez con los ojos de un hipotético Adán, apeados del río de la historia? Quizás necesitemos deconstruir nuestra percepción. 

POR: ALEJANDRO MARTINEZ GALLARDO - 
POR: ALEJANDRO MARTINEZ GALLARDO -
fuente/Pijamasurf

lunes, 27 de abril de 2015

¿El tiempo se está acelerando? Un fenómeno que no debe ser ignorado


¿El tiempo se está acelerando? Un fenómeno que no debe ser ignorado


Cada vez más personas aseguran que el tiempo se está acelerando. Constantemente escuchamos a la gente diciendo cosas como “parece que no tengo suficiente tiempo para hacerlo todo” o “que ha pasado con el tiempo”. Está claro que el tiempo está avanzando más rápido que nunca y hay una razón científica por demostrar que el tiempo se está acelerando. También hay una serie de razones por las que está cambiando tan rápidamente y se relacionan con la aceleración del tiempo. Los seres humanos son cada vez más conscientes y las personas están siendo atraídas en masa por la espiritualidad y el desarrollo personal. ¿Pero por qué está pasando esto?

Evidencias de la aceleración del tiempo

Algunos expertos sugieren que el tiempo se está acelerando debido a un cambio en la conciencia que coincide con las protestas masivas y acontecimientos mundiales. Solo hay que ver como los medios de comunicación de todo el mundo informan sobre conspiraciones a gran escala y el descontento generalizado de la población. ¿Pero es este el motivo principal de la misteriosa aceleración del tiempo?

Este tipo de noticias indicarían más que bien que este fenómeno se debe a que la humanidad está entrando en una cuarta dimensión. Y la realidad es que el tiempo no se está acelerando, es nuestra conciencia que crea la ilusión del tiempo acelerado. El escritor estadounidense, Dannion Brinkley cree que el tiempo no se está acelerando, son las personas que están cambiando en tiempos cambiantes. En 1975 Dannion tuvo una experiencia cercana a la muerte, cuando fue alcanzado por un rayo. Como resultado, el escritor descubrió un multinivel de consciencia más allá de nuestra realidad.

“Hay un evento cósmico que está causando que 24 horas no sea suficiente tiempo para nosotros”, dijo Dannion Brinkley. “Sabemos más, somos más conscientes, y tenemos más sentimientos. Te das más cuenta de las cosas, así que el tiempo no está cambiando, somos todos nosotros. A causa de un flujo cósmico de la energía que se mueve a través de este universo que puede ser medido científicamente porque nos sentamos en el extremo de un círculo de 26.000 años llamado la procesión de los equinoccios. Nuestra pequeña galaxia, con 1.1 billones de planetas y estrellas llamada la Vía Láctea, ahora ha tardado 26.000 años en dar la vuelta a lo que llamamos los signos del zodiaco, pero a través de cada una de las 12 constelaciones que ahora sabemos que son nuestra parte particular del universo. Estamos en los últimos 7 años de un ciclo de 26.000 años y no hay nada que podamos hacer al respecto.”
2012 y la aceleración del tiempo

Y el 21 de diciembre de 2012 ocurrió un cambio muy importante para la humanidad. A parte de acelerar mucho más el tiempo, también hubo un cambio de consciencia. Esto fue debido a que en esta controvertida fecha la Tierra se movió plenamente en el cinturón de fotones y el solsticio se encontraba en alineación con el ecuador galáctico, lo que dio como resultado que algunas personas que estaban preparadas, consciente o inconscientemente, pasaron a la siguiente etapa de la vida, un estado de multidimensionalidad centrada en el ser. Esta fecha fue profetizada por muchos psíquicos, un nuevo movimiento que nos sometería a un nuevo nivel de conciencia.

El tiempo se está acelerando

Los indios Hopi y los Mayas creían que el 2012 se convertiría en un momento de transición de la nueva época en el mundo. Pero también cabe señalar que otros muchos profetas aseguraron que el 21 de diciembre de 2012 se convertiría en el principio del fin de los tempos tal cual lo conocemos. Y de cierta manera parece que así está siendo, catástrofes naturales sin precedentes, el ser humano parece haber perdido todo tipo de valores, y un tiempo que parece haberse reducido drásticamente. ¿Podría ser esto las señales del apocalipsis?

El tiempo, una ilusión

El tiempo es sin duda uno de los grandes misterios de la humanidad. ¿Alguna vez has sentido como el tiempo avanza rápidamente cuando haces algo que te gusta? ¿Y cuando haces algo que no te gusta el tiempo pasa lentamente? La respuesta podría estar en las teorías del conocido teórico de la conspiración David Icke, quien asegura que el tiempo es una mera ilusión.

Según Icke, no existe el tiempo, sólo hay un infinito ahora. Esto es porque nuestro cerebro ha sido manipulado para proyectar esta información llamada tiempo. Así que el tiempo tal como lo percibimos es la forma en que desciframos esta información manipulada. Esta es la razón principal para decir que el tiempo es relativo, si son cosas positivas entonces el tiempo pasa rápidamente, si es algo negativo para nosotros entonces el tiempo pasa lentamente. Cuando estás en una situación que no quieres estar entonces nuestro sistema de decodificación construye una secuencia previamente manipulada para que el tiempo se mueva más lentamente.

Icke también cree que el tiempo es una manera para esclavizarnos en una percepción prisión. Los momentos que recordamos son nuestra percepción del pasado; los momentos que estamos viendo son nuestra percepción del presente; y los momentos que todavía tenemos que vivir son nuestra percepción del futuro, sin embargo, todos estos momentos existen al mismo tiempo.


Tiempo se está acelerando fenómeno
Un fenómeno demostrado científicamente

Los científicos descubrieron hace muchos años que la Tierra emite un pulso. Este pulso o frecuencia fue comparado con los latidos del corazón, manteniéndose estable en aproximadamente 7.8 ciclos por segundo durante miles de años. Sin embargo, en 1980 los latidos del corazón de la Tierra comenzaron a acelerar. En la actualidad, se encuentra a 12 ciclos por segundo, pero lo más increíble es que algunos científicos creen que la Tierra realmente dejará de girar cuando este pulso alcance los 13 ciclos por segundo. Cuando la tierra deje de girar sobre su eje se cree que se mantendrá unos 3 días y luego comenzar a girar en la otra dirección.

Esto hace que sintamos como si el tiempo se estuviera acelerando, un período de 24 horas ahora se ha convertido en tan sólo 16 horas. Nuestros relojes todavía se mueven en segundos, minutos y horas, y aún marcan un día completo en 24 horas, pero debido al aumento de la frecuencia de la Tierra, solo se perciben apenas 16 horas.

Las investigaciones sobre este fenómeno son claras, el ser humano está avanzando hacia la cuarta dimensión, un lugar donde nuestros pensamientos se manifestarán casi al instante. Es por eso que tantas personas, en algunos casos sin saber por qué, se están volviendo más conscientes y espirituales, lejos del materialismo y la codicia. Estamos sintiendo la necesidad de no sólo hacer lo correcto para nuestro propio cuerpo y mente, además estamos más dispuestos a ayudar a otros.

¿El tiempo es sólo una ilusión? ¿O hemos entrado en la cuarta dimensión? Como Einstein dijo una vez:

“Todo es energía y eso es todo lo que hay. Coincide con la frecuencia de la realidad que quieres y no puedes dejar de tener esa realidad. No puede ser de otra manera. Esto no es filosofía. Esta es la física.”

fuente/periodismo-alternativo.com/